9 de Septiembre de 2008
 Salió el Sol

Hoy salió el sol y tuve que salir por las calles de Lima a cumplir con mis sagrados deberes de pagar cuentas, visitar clientes, almorzar e ir a la pelu (aunque nunca entré, mañana tengo mi cita a las 10am para mi extreme makeover).

Hoy salí a la calle con una cafarena, casaca, medias pantys oscuras y falda estilo pollera con harrrrrto forro, de lo más linda y hermosa la faldita, pero complicada. Y que creen? Me achicharré.

El sol no ha estado saliendo para nadie últimamente, es más, no parece que ya fuéramos a comenzar la primavera, y los catálogos de Saga con sus vestiditos enanos y delgados me dan mucho frío. Se dan cuenta que ya pasó 28 de Julio y que ahorititita estaremos todos comiendo turrón de Doña Pepa y oliendo a incienso y sin más chance los de Wong empezarán con su decoración Navideña? Un ES-CAN-DA-LO total. Y como siempre te atormentaré: ya bajaste este año los kilos que querías? Ya leíste todos los libros que querías? Viste todas las pelis que querías? Ahorraste todo lo que te propusiste? Viajaste a donde soñaste? Hiciste ejercicio? Eres más bueno que el año pasado? Más inteligente? Más caritativo y menos prejuicioso? Mira que ya salió el sol y ahorita empieza el desfile atormentador de paneles con mamacitas en bikinis y churros en ropa de baño, todos ellos bien bronceados y con su respectiva depilación e iluminación, anunciando bikinis 2×1 por toda la Javier Prado y sin más, otro año que se te fue.

Pero volviendo al tema, hoy salió el sol, y mientras mi galán manejaba, yo me jalaba y estiraba el cuello de la cafarena mal, digo yo, cómo he de causar una buena impresión si llego a mi destino chaposa y con cara de sancochada?
Especialmente porque no le puse gasolina a mi carro y por ende, no podía prender el aire acondicionado a mil. Me acaloré mal y lo peor de lo peor, es que saqué a mi pequeño Andreas a la calle con nosotros y en pleno carro se le ocurrió hacerse la pufi. Sabe usted cómo un huele una pufi de bebé cuando hace un calor infernal??? Huele maaaaaaaal!!!

Ni modo, tuvimos que apurar visitas, acelerar el paso y regresar corriendo, por que la urgencia lo requería así. Lo positivo de tanta sauna gratuita fue que mi galán y yo terminamos comiendo cevichito rico, junto con otras 20 mesas más que tuvieron la misma genial ideota.

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