Y dice así:
“Para esta temporada, la Casa Privat se renueva: Serenidad y libertad son la pauta de una paleta de colores que va desde el rosa pálido hasta el verde musgo en traslucidas texturas que resplandecen frente a un sol naciente”
Para empezar, cada vez que leo el texto, en lugar de leer Serenidad leo Serendipity, ja!, así que me tomo la atribución de pensar que algo tuve que ver con esta colección. Tal vez no. O tal vez sí. Qué más da, tu sabes que soy mujer Privat y cada uno de estos modelitos calan en mi ser haciendo que lo quiera todo, y más.
Para esta colección que es un anticipo a lo que veremos en verano, Gerardo propone un poco calma y quietud ante lo muy over the top que caracterizó sus colecciones anteriores. Como en un viaje de vacaciones a Indonesia, la mujer Privat deja de lado las plumas, brocados y corsetería del invierno para tomarse unos momentos de tranquilidad, buscando una silueta más relajada, un poco de serenidad ante tanto caos, un estado Zen.
Y es que es esa capacidad para reinventarse sin dejar de lado su esencia (y es que si Gerardo no nos aprieta la cintura no sería él), lo que el diseñador nos demuestra con esta colección que a diferencia de las anteriores nos ciñe un poco menos sin dejar de crear la silueta de reloj de arena que tanto nos fascina a propios y ajenos.
Esta vez, la propuesta pasa por formas geométricas, cortes inteligentemente colocados para resaltar las curvas de forma natural, colores suaves como el rosa pálido y nude, algo de estampados y transparencias creando para mi, la colección más versátil a la fecha. Por qué dime tu si una de esas faldas no te la puedes poner con un bvd y ser feliz? Y las blusas que con bvd abajo o un lindo sostén puedas llevar con jeans. O tal vez usar esos vestidos cortos y al cuerpo para un cocktail súper elegante así como para salir a bailar en las noches de verano? Cambias zapatos y accesorios y ya está. Incluso hay uno que otro para ir a la oficina (mira el 4to modelito).
Una colección regia para chicas regias no solo de cuerpo si no de espíritu, porque créanme cuando les digo que no importa qué, cuando te pones un Privat la vida te cambia, te sientes diferente, como que poderosa e importante. Su ropa tiene un no sé qué que te hace sentir como quieres verte. Se entiende?
Todo esto y más lo encuentras haciendo clic acá y en su boutique de Conquistadores 987 San Isidro.
