
Riccardo Tisci acaba de ser nombrado el diseñador del año por la prestigiosísima revista GQ, mi biblia personal, por la forma en la que logró compenetrarse con la venida a menos Givenchy y relanzarla por todo lo alto, revalorizándola de una manera de la que la industria de la moda ha sido testigo pocas veces. Pero para hablar sobre él ya escribiré otro extenso y entretenido post. Esta vez se trata de Hubert de Givenchy.
Riccardo Tisci
La firma en sí pasó por las mejores manos del mundo de la moda, teniéndolos a todos como directores creativos sin que alguno lograra el punto exacto de amalgama entre diseñador y maison. Entre ellos podemos contar a John Galliano y Alexander McQueen así como a Julien McDonald y Ozwald Boateng. Sin embargo, fue Tisci con un estilo algo oscuro y romántico que logró poner a Hubert en el wishlist de muchos hombres y mujeres. Estos diversos intentos tienen una razón de ser y para entenderla tenemos que volver al inicio.
Galliano para Givenchy
Galliano para Givenchy
McQueen para Givenchy
McQueen para Givenchy
Hubert nació en 1927 en el seno de una acomodada familia. A los 17, luego de estudiar en la escuela de Artes de París, fue aprendiz de Jacques Fath, Elsa Schiaparelli y Christian Dior. Aún con toda esta influencia de couturiers, Givenchy se atrevió a apostar por Prêt-à-porter con una combinación de blusas, faldas y pantalones a precios razonables y todo pensado en las necesidades de la mujer moderna de esa época.
“”His are the only clothes in which I am myself. He is far more than a couturier, he is a creator of personality.”
“Las suyas son las únicas prendas en las que soy yo misma. Él es mucho más que un couturier, es un creador de personalidad.”
Estas son las palabras con las que Audrey Hepburn hablaría de Hubert aõs después de conocerse en 1953. Givenchy había conocido a su musa. La mujer que lo inspiraba y es precisamente con ayuda de ella que entró a vestir estrellas de Hollywood lo que aumentó su popularidad. Pero el cherry on top of the ice cream para la fama del joven diseñador llegaría con un sombrío evento, el asesinato de John F. Kennedy. El día del entierro el mundo presenció a una en duelo familia Kennedy vestida toda en Givenchy. Desde ahí la casa ha estado vinculada por su afinidad con diversas personalidades del cine y el espectáculo.
Su trabajo se caracteriza por mezclar clásicos y audaz modernismo. Piezas separadas, faldas y blusas, telas bordadas y estampadas, la silueta de princesa, faldas tubulares, abrigos sin mangas y perfumes.
Givenchy siempre fue un innovador, y el éxito de la firma tiene mucho que ver con esto, la diversificación de sus líneas. Así en 1973 lanza una línea de hombres bajo el nombre de “Gentleman Givenchy”. Con esto la marca abre mercados en Estados Unidos y el oriente europeo.
En 1988, por problemas económicos personales, Hubert vende la firma al grupo LVMH quien lo mantiene al frente hasta 1995. Uno de los grandes sin duda, Givenchy mezcla la alta costura creando una línea de lujo para el día a día de esa mujer que ya empieza a formar parte de la vida activa de un país dejando de lado su estatus de ama de casa. Es sin duda, un ejemplo del éxito en el manejo de una firma como tal y no como diseñador de atelier. Su visión lo llevó a ser una los nombres más importantes de la industria y que se mantiene vigente hasta el día de hoy.
No sé por qué usas mal el castellano. Palabras como “sexymente” o “accesorizar” ( que has empleado muchas veces en tu blog anteriormente) no existen en el vocabulario. Ya sabes, a usar bien el castellano.