Hace como unos cinco mil años atrás, mentira, pero fácil será hace unos 10 ó 12 años atrás, ya no me acuerdo bien, participé en un proyecto de Ripley sobre Personal Shoppers. Ripley quería tener vendedores personalizados, de esos que te ayudan a conseguir desde una media hasta tu clóset soñado y para ellos contraron a una serie de personas amantes bandidas de la moda y entre ellas, estaba yo. Era la primera vez que tenía contacto directo con gente a nivel de ventas, en mis trabajos anteriores la cosa era desde un escritorio de oficina pero nunca en el mismo campo de batalla. El proyecto como tal no prosperó pero a mi me sirvió muchísimo para ver de primera mano lo complicadísimas que somos las mujeres.

Estaría en los inicios de mis 20´s y mis complejos eran pocos (gracias a Dios), además tengo la suerte de tener una mamá que de acomplejada no tiene nada así que para mi era todo un mundo descubrir una realidad de la que sinceramente no sabía nada: La crisis de los brazos. Resulta que la gran mayoría de mujeres arriba de sus 50´s le huían a las mangas cero porque no creían que sus brazos fueran dignos de ser exhibidos, que la gravedad, la perdida de masa muscular, los hijos y los años le prohibían todo lo que fuera de tiritas y te juro, esto era nuevo para mi, jamás había escuchado a mi mamá quejarse de sus brazos hasta que tuve este trabajo. Lección aprendida, si trabajas en venta de ropa es mejor ofrecerle a las señoras ropa con manga.

Tiempo después trabajé en la tienda de Kenneth Cole donde aprendí N cosas más pero hubo una que me marcó. Al poco tiempo de empezar en la tienda llega un día Monica no recuerdo su apellido, animadora rubia que tenía su programa de tele tipa Laura Bozo pero que le decían la suavecita…Monica qué? Se me fue por completo el apellido. En fin, llega Monica y me toca atendera y me pide tal y tal cosa en talla 2. La miro y le digo que Ok, que pase al probador, que yo le voy a llevar la ropa pero que le iba a pasar entre talla 2 y talla 4. No, talla 2 me aclaró ella. Le dije que conociendo el corte de ropa de la marca, estaba 95% segura de que era talla 4 y no te cuento la que se armó. Me miró absolutamente indignada afirmando a diestra y siniestra que era talla 2 y a estas alturas del partido, quién era yo para discutirle la talla a la señora? Que me meta la panza y aguante la respiración si se quiere meter en una talla dos pues, no? Ese es su tema.

Lección aprendida: Nunca le discutas la talla a una mujer. Si dice que es S y tu crees que es M, dale S no más, en el mejor de los casos se dará cuenta de que no es Small si no Medium y tal vez tu como vendedora podrás culpar a la ropa diciéndole que este modelo sale en tallas chicas no sabes por qué, decirle sutilmente que la marca últimamente está sacando todo mal, que las tallas vienen pequeñas, que es el corte europeo o qué se yo, así tu cliente no gastará tanto en terapia, mentira, pero al menos tu como vendedora evitarás ser fulminada por una cliente poco feliz ni pasarás un mal rato.

Y hoy día, Mayo 2013, Dove me pasa un reporte que mi Dios, es otra lección más por aprender. A mis 35 años, paso a preocuparme por que mi panza vuelva a ser lo que era antes del embarazo, porque mi pecho no se me caiga hasta las rodillas por la lactancia oh-feliz-lactancia, ando pendiente de mi celulitis, de las patas de gallo, de la papada, de la flacidez, de la contaminación ambiental, el calentamiento global y cuanto tema quieras pero de mi axilas? En serio? O sea, más allá de rasurarme y de usar un desodorante que no me manche la ropa y me proteja del sudor…nunca se me había ocurrido pensar en mis axilas!

Mira estos datos que me enviaron después de hacer un estudio entre las mujeres de América Latina en Octubre del 2012:

• Cada vez que se depilan las axilas, hasta un 36 % de lo que se depila es piel.
• Las mujeres creen que se depilan con cuatro pasadas por axila, pero en realidad realizan aproximadamente 14.
• A lo largo de un año, pasamos la hoja de afeitar por nuestras axilas hasta 2.000 veces.
• Cada ciclo completo de renovación de la piel de la axila tarda 14 días…pero las mujeres se depilan cada dos o tres días. La piel de nuestras axilas nunca llega a tener la posibilidad de recuperarse.
• También se ha demostrado que una mayor frecuencia de depilado produce un mayor nivel de irritación visible.
• El 53 % de las mujeres cree que las axilas no son atractivas, pero no sabe cómo cuidar su piel.

Ante esta realidad (que provoca pasarte a la depilación laser antes de seguir con la rasuradora del mal) es que Dove marca a diferencia entre axilas depiladas y axilas más lindas.

Lección aprendida: Y cito a Titanic: El corazón de la mujer es un mar de secretos. Y completo diciendo que nuestro cuerpo y nuestra mente también!

Solo puedo cerrar este post con Arjona en la cabeza, jajajaja, lo se, lo siento!

Mujeres, lo que nos piden podemos, si no podemos no existe, y si no existe lo inventamos por ustedes MUJERES, lalalalalalala

Qué complicadas que somos, no?