Las mujeres amamos las carteras, y esa no es ninguna novedad, son de aquellas piezas de las que jamás nos cansaremos, de las que jamás tendremos suficientes y que tienen la capacidad de ponernos patas arriba, porque dime tu si cuando quieres ESA cartera, no haces lo que sea por conseguirla?

Nuestras carteras hablan por nosotras, dicen quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Por muy sport que vayamos o por muy elegantes que estemos, la cartera es ese elemento magistral que cierra el look, que lo completa o lo destruye…no por nada leemos cientos de veces y por todos lados que, me puse cualquier cosa PERO, con una buena cartera, todo se arregló, y no hay nada más cerca a la verdad que eso.

Jimena Mujica es de las pocas diseñadoras de carteras que tenemos en el Perú, talento puro y duro y lo suyo, es el lujo. Lujo en el trabajo manual que lleva la construcción de cada una de sus piezas, lujo porque cada una es única e irrepetible (nada hecho a mano puede salir identico al anterior) lujo en los materiales que emplea y en los accesorios, que sin ir muy lejos cada cadena dorada, cada tacha y cada detalle está bañado en oro.

Con las borlas y los flecos como sello, Jimena nos traslada con sus carteras a un mundo que pasa por lo más elegante y precioso que te puedas imaginas (mira esos clutches de la primera foto, explícame si no son una obra de arte, entonces qué?) a carteras para todos los días, sí, la misma con la que puedes irte a hacerlo tuyo y meter mil y un cosas dentro y aún así verte de primera porque el lujo que se traslada en el juego de texturas y en los acabados de una otra u forma se adaptan a cada mujer.

Pero sabes qué es lo que más me gusta? Que en este mundo, en el mundo de las carteras JM, la elegancia, que es el eje central de sus diseños se va de lo clásico a lo bohemio sin perder un ápice de personalidad y haciendo que todas nos veamos reflejadas en alguno de sus diseños, sin excepción, creo que cualquier de nosotras encontraría su alma gemela en algún diseño de Jimena sin que por eso se sacrifique la esencia de la marca y eso señoras, no es poca cosa.

Hacer que en un diseñador se vuelva una marca es un trabajo de hormigas. Sacar colección tras colección sin perder tu identidad requiere no sólo de talento creativo si no de una visión de negocios y aunque ya me desvié totalmente del tema mi punto es que ella lo está haciendo y lo está haciendo bien convirtiendo su marca en un objeto del deseo y posicionándose en un rubro competitivo y selectivo a la vela a punta de puro talento y trabajo, una combinación dificil de encontrar que por simple que suene, no es facil de conseguir y eso, hay que aplaudirlo.

Puedes seguir su trabajo en el Facebook o visitar cualquier de sus tiendas, que además, la atención es de primera así vayas (como yo) solo a mirar!

Francisco de Paula Camino 290, Miraflores.

Ernesto Plascencia 255 , San Isidro.