La casaca de cuero tiene fama de reboldona. Lo primero que se me suele ocurrir es llevarla con unos jeans rasgados y una camiseta blanca y cuando menos te das cuenta eres la versión femenina de James Dean y seguro que en tu mente estás trepada en una moto yendo a un concierto de rock.

De chiquilla iba a muchos conciertos (de Bon Jovi a ACDC, Scorpions, Alice Cooper y muchos más que vi cuando estudiaba en Chicago) y siempre me quedaba pegada porque, por un lado tenía a mi mejor amiga mostrándome Vogues donde la cosa era muy lady like, y por otro lado mi tío me llevaba a estos lugares donde la cosa era distinta, jeans, camisetas, cuero, botas…tenía las dos caras de moneda.

Hoy por hoy, a mis 35 años, no me siento la chica rebelde que se pasearía por el Jockey Plaza con cueros, púas, tachas rayos y centellas PERO, puedo llevar la casaca a mi estilo, que es más clásico, más señorita egresada del Sagrado Corazón (me da, me da y me da) con alma vintage y girly con un twist.

Así que cuando vi estas fotos me dije, oh sí, así, sí la hago: Una casaca de cuero con un lindo vestido de día muy de chica y muy romántico. Claro, cambiaría esos botines por medias opacas y stilettos pero eso lo dejo a tu imaginación a y tu estilo.

Abajo, este vestido blanco también muy de chica elegante queda lindo con esta casaca de cuero y ese mini Chanel. Sí, reemplace usted esas zapatillas rosadas por unas botas, botines o stilettos porque al menos yo, así tal cual, no la hago.

Y qué tal así? Con una camisa y una falda en A con un lindo estampado? Mira que todo es recooooontra femenino y la casaca es el toque justo malandrín pero sin abuso.