La Vida de Serendipity

Paris Alta Costura Otoño Invierno 2013

Algo nuevo se respira en el ambiente. Pareciera ser que la Alta Costura pisa territorios desconocidos y que estos están medios fangosos y las emociones, encontradas.

Cada vez que me toca ver o hablar de Alta Costura vuelvo al ejemplo de mis días viviendo con mi mami, viendo Fashion TV o algún canal que transmitiera los desfiles y su cara horrorizada siempre ante las extravagantes creaciones de los diseñadores y murmurando entre vestido que va y vestido que viene que, mi Dios, quién se pondría eso? O lo que es peor, quién pagaría tanto por un vestido así!. A lo que con paciencia debía explicarle que, no mami, esto es Alta Costura, no son vestidos ni para ti ni para mi, son sueños utópicos e irreales, es fantasía pura y dura, creaciones pensadas en un mundo de ilusión que no pretendo comprender, tan solo admirar. Para ponerlo en facil, son vestidos prestados para una alfombra roja o que solo la esposa de un magnate aristócrata Ruso podría aspirar a tener. Acá ni las Real Housewifes juegan.

Sin embargo, la palabra DayWear, ropa de día, se ha colado este año en casi todas las notas de prensa que envían las marcas. Creo que el fast fashion tiene algo que ver, que el fenomeno de la moda en las redes sociales con los blogs, el street fashion y ese afán ferviente por aterrizar y mostrar la usabilidad de la tendencia o prenda más complicada tenía que, de una forma u otra, afectar también a la Alta Costura sacándola de su burbuja. Y aquí viene Dior. Que desde que Raf Simons asumiera la dirección creativa no ha hecho más que darnos una cátedra exhaustiva de que la esencia de una marca es la esencia de una marca, y con ella, esté en las manos que esté, si es que está bien construida, puede pasar del minimalismo a la excentricidad máxima sin perder ni por un segundo aquello que la identifica, la define, que la representa y que amamos.

Esta nueva etapa de Dior le rinde tributo a todo aquello que Mr. Christian Dior creó en sus cortos 10 años de carrera artistica. Al peplum, al bar jacket y a las faldas en A, a la falda lápiz, al abrigo, al traje de dos piezas. Cada una de sus creaciones es interpretada por Simons de forma absolutamente distinta a como lo hacía Galliano. Es otro Dior, pero es Dior. Y Dior en las manos de Raf está haciendo historia.

Acercar la moda a su cliente desde el concepto hasta la puesta en pasarela pareciera ser su misión y la colección presentada en la úlitma semana de la moda Alta Costura Otoño Invierno 2013 ha tenido a todos, propios y ajenos conversando, entendiendo lo que hizo o criticando, elija usted. Leyendo el blog On the Runway

de The New York Times, escrito por Cathy Horyn (también citada en Man Repeller) describe mejor que nadie que, Alta Costura es lo que no se ve, es lo que hay debajo de un vestido que lo eleva a otro nivel, lo artesanal, el trabajo manual y la construcción que tiene lo que lo hace un elemento sublime de la moda. Y no puedo estar más de acuerdo.

Eso me lleva a pensar que realmente habría que saber qué hay debajo del conjunto de dos piezas con el que Armani abrió su show para entender qué es lo que lo hace parte de la Alta Costura. Valentino quiso hacer ropa de día también, Giambattista Valli -¡Oh Giambattista Valli cómo te amo desde el fondo de mi corazón!- nos vistió con flores y vestidos cortos. Lejos de hacer elegantes vestidos de Red Carpet, Karl Lagerfeld le rindió tributo al tres piezas de Chanel (cosa que viene haciendo desde algunas pasarelas atrás, en realidad) mientras que desmenuzamos la pasarela de Jean Paul Gaultier llevando un curso intensivo de “Psicología felina y comportamiento de la mujer moderna”. Sus siluetas fueron exageradas, sus prints fueron exagerados y el styling también.

A lo que me lleva a preguntarme qué es lo queremos de la Alta Costura, DayWear (ropa para el día), show (entendamos a Gautier mientras que extrañamos o Galliano) o elegancia (donde Elie Saab se llevaría el el oro).

Por mi lado, trato de tener una visión optimista de lo que se viene, aceptando que el mundo cambia y que debemos cambiar con él. Que no siempre todo será vestidos imposibles en telas carísimas si no que como dijo Horyn, debemos mirar más allá de lo evidente y entender que no es la extravagancia lo que define el Haute Couture si no la construcción única e irrepetible de sus piezas.

Con esta idea en mente, recorrí los desfiles y elegí algunos vestidos que por una razón u otra quedaron en mi retina, vestidos tan clásicos como iconicos, tan iguales como diferentes. El rey de los hermoso Elie Saab.

Buscando aún el clasisismo de Dior, es imposible no amar este strapless verde y brillante con esta cola tan magestuosa como sobria.

Así abrió Giorgio Armani su desfile, que se llamó Nude.

Chanel y su mundo tweed:

Si esto no grita Versace, entonces no sé qué lo hace. Dime si no ves a nuestra amiga J.Lo y ese cuerpazo que me sacó al diario vestida así? Solo ella podría hacerlo.