Hoy en la mañana tuve un episodio. Como cada lunes, despierto particularmente cansada por corretear a Valentina por todos lados sábado y domingo non-stop, sumado a una pequeña gripe suya que me tuvo en alerta, con el ojo abierto y el oído afilado en caso la wawa se me ahogue la noche anterior, repito, como cada lunes desperté cansada. Fui a la sala para hacerme mi café de rutina y casi casi me da infarto al ver que mi sala había caído oficialmente, en desgracia.

Pero mejor te cuento la historia desde el comienzo. En mi casa hay tres habitaciones, la de Valentina, mi oficina y el nuestra habitación. En estos precisos momentos, su area de juego es un espacio pequeño en mi sala donde he colocado su alfombra de jebe y sus juguetes andan rondando por ahí. Por otro lado, yo no uso en realidad mi oficina como tal, si no que más bien es el lugar de estacionamiento de los dos coches de la gorda (el grande de bebita y el coche bastón que usamos ahora), es donde están mis dos percheros, un rack donde tengo ropa que quiero mandar a arreglar, mi escritorio que en realidad sirve para apoyar cosas, un repisero para mis revistas y un gran tocador que es parte del juego de dormitorio de mi mami que reparé para Valentina.

No trabajo ahí porque como comprenderás, ya no entro, un alfiler más y esa habitación explota. Tampoco lo hago porque el punto de internet está en la sala y como Valentina juega ahí, puedo supervisarla mientra yo trabajo en la mesa del comedor. En conclusión, mi comedor en mi lugar de trabajo y mi sala, su lugar de juego. Y hoy llegué -por sólo cinco minutos ah!-, a mi limite por el desorden y la mala organización.

Sueño, sueño, SUEÑO con que mi pequeño terremoto, la bala Valentina tenga un lugar propio de juego y desmadre donde pueda hacer lo que plazca sin que nadie le ande diciendo no toques eso, no te trepes acá, deja lo de allá, oyeeeeeeeeeeeeeeeee, y por nadie, me refiero a mi. Quiero mi gorda tenga su propio espacio -que tampoco puede ser su habitación porque ahí además de la cuna tengo una cama que no puedo sacar porque no tengo donde más ubicarla y además, me sirve para cambiar a Valentina porque su cambiador señora, hace meses, hace más de 6 meses que no me sirve, desde que se volvió una bebé acróbata más o menos. Y Estoy cansada, abrumada.

Así que quise sacar mi oficina a la sala y mover un par de cosas por allá y tratar de hacerle su cuarto de juego. Luego me di cuenta de que en realidad, no podía hacer eso porque hay ooootras cosas más en esa habitación que no entran en ningún otro lugar así que mi vida señora, mi vida es un ocho de necesito organizarme. Por eso, el tema de este post trata de organizar las cosas de los niños, para que nuestros hogares no colapsen , sean un lugar mejor y nosotras unas mamás más felices. Porque cuando mamá está feliz, TODOS están felices. O no???

Pues bien, en la foto de arriba ves el alma mater de la habitación de cualquier niño, el cajón repisero a su nivel. Porque eso es fundamental, que ellos puedan tomar sus cosas cómodamente y sin complicaciones, todo, o casi todo debe estar a su nivel. Abajo, ves nuevamente el mueble cajón repisero y además, en la otra pared unas cuantas repisas. Y es que las repisas son la base para organizar las cosas, o qué? Además de decoran lindo, amo las repisas.

Otra forma súper ingeniosa para colocar las repisas es esta. En lugar de comprar una GRAN y larga repisa, qué tal unas pequeñas colocadas de forma asimétrica? Las de la izquierda están sólo dos centímetros más altas que las de la derecha y así, todo se ve diferente.

Ahora, soy de la idea de que tampoco tampoco, no todo tiene que estar a la altura de nuestros pequeños terremotos, si bien hay cosas a las que ellos pueden y deben acceder -como el último cajón en esta foto siguiente- hay cosas que pueden ir mas hacia arriba, lo que no queremos que destruyan tan rápidamente!. Piensa en que estos muebles repiseros aguantan todo. Desde libros y canastas organizadoras a tapers, frascos, peluches, algo decorativo, etc…

Así que este es mi mueble soñado -claro, en un mundo en el que Valentina no va a trepar el mueble como si fuera laMujer Araña. Un cajón abajo que todo lo esconda y repisas arriba donde toso de ordene. Lo amé, cuando pueda me mando hacer algo así con mi carpintero.

Otra idea más que me pareció genial, especialmente para que los libros no se anden cayendo por ahí, es esta suerte de repisas con baranda. Así, pueden estar mirando al frente, ellos pueden fácilmente tomarlos y guardarlos al terminar, etc…Si eres de las que colecciona libros de cocina o revistas, piensa en esto como una simpática opción a las repisas tradicionales.

No temas reciclar muebles, mira como con una mano de pintura, todo puede verse como nuevo!

Pffff, morí y me fui al cielo de la organización. Qué EXCELENTE idea no??? Usar estos organizadores de zapatos para las puertas, como un recurso organizativo para los lápices, crayolas, tijeras, peluches…no sé, todo lo que usen los niños en las diferentes etapas -porque hay tijeras para niños, no pienses que soy una desquiciada ah!-, en realidad creo que es funcional para todas las cosas pequeñas como canicas (juegan ahora con canicas), stickers y demás.

Más, me imagino que esto ya lo tenías mapeado en tu mente de madre con espíritu de supervivencia, lo que me queda agregar a esto es que no olvides las etiquetas que ellos deben saber qué hay en cada sitio, dónde va cada cosa (porque me enseñaron que jugar y sacarlo todo es de lo más diver y positivo, pero viene de la mano con ordenar y devolver las cosas a su lugar). Cuando todo está en su lugar, no hay pataletas después ni llanos porque perdieron su qué se yo. Además, les ayudas con la lectura, las letras, la relación con los dibujitos y haces que tu pequeña esponja aprenda más allá de lo evidente.

Más, se que esta foto es pequeñita pero completa la idea de organizar, no colapsar, enseñar y sobeevivir en este mundo de bebés y otros duendes.

Después de eso, consideren tener una pared con pintura especial para que ellos pinten (se que ahora también hay esos stickers para pared especiales para escrbir con tiza), usen colores brillantes, coloca un papel tapiz divertido en alguna pared, banderolas con sus nombres, letras gigantes, etc…hay que hacer las cosas por ellos y para ellos, que si ellos son felices, mamá también lo es

Espero que les haya sido tan útil como a mi, que encuentren estas ideas listas para poner en práctica o que las agreguen a su pinterest que es a la vez, mi lista de pendientes. Besos!