Para esta colección Verano 2014, Ana María Guiulfo le rindió tributo a su lado más artístico pintando hermosamente sus telas a mano. Para enfatizarlo y destacar este arte suyo, la diseñadora optó por varias salidas de vestidos rectos, algunos asimétricos y otros con cortes de túnica dando así una amplia variedad de estilismos para la ciudad y la playa, para el día y la noche.

Sin embargo, esta colección tuvo también algunos puntos débiles en su presentación. Empiezo por el vestido bandera de este LifWeek, diseñado por Ana María Guiulfo y que me habla de una silueta de reloj de arena medio retro, de la que tomé nota mentalmente esperando que ese vestido fuera un resumen de lo que vería a lo largo del desfile. Pero más que eso, no fue. El vestido mostrado en toda la publicidad del evento fue tan solo el vestido de cierre que, aparte del trabajo de pintura manual, no tenía nada que ver con el resto de la propuesta.

Lo mismo ocurrió con algunas otras salidas. Y es que entre estos vestidos semi rectos, hubo además algo de cintura definida (mira la tercera foto, la del vestido amarillo, bello, no?), así como algo de un peplum puntiagudo que más bien me recordó a McQueen (no en un mal sentido) y otro vestido amarillo con las mismas puntas en la cadera que iban en franca competencia con los hombros de la modelo. Luego pasó a una suerte de New Look con unas chaquetas muy a lo reloj de arena que por alguna razón completó con pantalones pescadores, tan difíciles de llevar para la mujer que me dejan la sensación y me atrevería a decir que, algo más cigarette y al tobillo se habría visto mucho más elegante, a la altura de sus pinturas.

Incluso al ver la última foto de este post no puedo dejar de pensar en el vestido con el que Franciso Costa abrió la pasarela de Calvin Klein SS2014. En pocas palabras, había de todo.

Siento que de haber tomado postura sobre una sola cosa, ya sea sus pinturas plasmadas en siluetas maxis, rectas y con un concepto muy lineal que les permita brillar y destacarlas, o decantarse por la silueta McQueen o preferir algo muy a lo Dior, sin que hacer estas referencias suenen negativamente si no para tomarlas como un punto de referencia, el resultado habría diferente, mucho más coherente.

No puedo dejar de mencionar que en este desfile, tanto como en el de la temporada pasada, las salidas de las modelos fueron eternas, lentas y pausadas -como la música-, tomaba una eternidad llegar al segundo look, luego al tercero y para el cuarto, la atención del espectador que seamos sinceros, no es que los asistentes sean todos profesionales de la moda, se había perdido. Leían la revista Hola! que tenían al lado, los celulares prendidos en Instagram o WhatsUp y las conversaciones sobre la quién sabe qué estaban a la orden del día. El dinamismo de una colección es fundamental aún en Lima, ya que si el deseado front row está haciendo cualquier otra cosa menos ver el desfile, qué se puede esperar del resto de asistente?

Ana María es una artista estupenda con un valor agregado entre manos que muchos quisieran tener y espero de corazón que para la próxima no tenga miedo de hacer lo que mejor sabe y lo deje ser protagonista porque yo pensaba….te imaginas uno de esos vestidos rectos, hecho muy largo con una gran cola pintada a mano como vestido de cierre?.