Un STOP mental a tanta producción y sobreproducción de looks, lifweek, pasarelas, críticas y colecciones, al qué se puso y qué te pusiste que en las manos incorrectas puede resultar tan autodestructivo. Un regreso a lo simple y a lo bonito de lo simple, a lo encantador de un buena prenda, sin olvidar que una sonrisa y una cara limpia a veces es la que hace la diferencia.

Las piezas clave como la camisa blanca y la camisa de jean son infaltables, una maxi falda te da un toque de frescura bohemia y los jumpers y enterizos se muestran como el lado simple y chic. Vestidos de cocktail que no pretenden ser más que acompañantes a una buena percha. De blanco total, de negro absoluto o combinando los dos, no hay mucha vuelta más que darle para estar perfecta, sin mayor parafernalia.

Mi salud mental necesitaba volver a ver looks así, felices por la sola esencia de ser sin aparentar lo que no es. Back to basics.