(Un poco infantil el título pero dime tu si cuando ves una boda, no deseas de corazón que sea para siempre!)
Y se casaron, y no me preguntes por qué pero, me llena de felicidad. No es que Angie sea mi amiga ni mucho menos, siempre he sido Team Aniston pero ya, hay que voltear la página, cerrar un capítulo y reconocer que Angelina y Brad Pitt son pues, tremenda pareja haciendo un maravilloso trabajando.
Será por sus hijos, será por ellos mismos, será que una boda siempre es tan especial, será el sereno pero en serio, me encanta saber que finalmente, se casaron el 23 de Agosto en la capilla Château Miraval en su villa francesa. Ella de Versace con un vestido de seda, pliegues en el busto, cintura marcada y una amplia falda que verdaderamente, le quedaba demasiado hermoso. El velo estuvo bordado por sus hijos con dibujos que ellos mismos hicieron.
Dicen que todos participaron. El mayor, Maddox de 13 años y Pax de 10, llevaron a su mamá al altar. Zahara de 9 y Vivienne de 6 años se encargaron de llenar el camino con pétalos de su jardín mientras que Shiloh de 8 y Knox de 6 llevaron los anillos. Entre todos escribieron los votos y Pax se encargó del pastel de bodas!
Estoy sinceramente conmovida, otra vez, no preguntes por qué pero de corazón, ¡felicidades a los novios!
Hermoso todo! me emociona las bodas!
Que precioso todo y como dices Vane, esperemos sea para siempre
a mi me encanto que sus hijos diseñaran el velo! y el vestidoo! simple pero elegantisimo, no me lo esperaba de jolie, estuvo realmente linda! y eso que como tu dices soy team aniston!
Aparte de la exposición mediática, la impresión que tengo de ellos es que son gente de bien, con un corazón enorme al haber formado una pequeña tribu con 6 hijos, 3 de sangre y 3 del corazón; eso es lo que mejor habla de ellos. No opino sobre los matrimonios anteriores porque nadie sabe lo de nadie, no pondría las manos al fuego ni por mi misma y en consecuencia prefiero no juzgar. No hay duda de que son una familia bien establecida, merecen una larga vida juntos.
Vane, en la vista de escenas tan bonitas (toda boda es una celebración) no vale la pena hablar de asuntos anteriores que no nos incumben. Al final la vida se trata de vivirla día a día y no de sobrepreocuparnos en el “para siempre”. Un abrazo.