Soy una fan total de los vestidos y si bien, normalmente estos están relacionados con el verano, cuando vi este en Zara con estampado Gingham hace un par de semanas con todo ese feeling otoñal juré que tenía que ser mío. De hecho, el sol de estos días ayudó a sacarlo de paseo con las piernas al aire pero sé que con unos botines cortos como unas Chelsea también quedaría lindo.

No sé bien por qué pero siento que el vestido tiene un feeling bien rock and roll (no por nada lo usé con casaca de cuero), tiene una caída linda con mucho vuelo y lo mejor, el estampado me disimula la panza mansa que aún arrastro del embarazo.

(no me preguntes por qué pero mi pelo se volvió medio rojizo la semana pasada!)

Vestido de Zara, casaca de cuero de MNG, sandalias Raphaella Booz y clutch vintage.