
Hace unos meses, cuando planeaba mi viaje a Europa con José y los destinos a los que iríamos, era inevitable pensar qué me pondría para cada lugar porque (no me juzgues, esa vaina está en mi ADN), y conociéndome, si iba a tomarme fotos como loca quería verme linda, con looks acorde con cada lugar. Este viaje tuvo de todo, momentos 100% turísticos, otros que fueron súper familiares y luego estuvo también una buena dosis de romance, así que empacar una maleta eficiente y sin sobre peso (ejemmmmm) era toda una tarea.
Como te imaginarás, al planear los looks y dejar volar la imaginación vas pensando en este vestido que va con este collar, con estos lentes que quedaría lindo con el pelo amarrado así, esa cartera y estos zapatos. Y así…¡no hay maleta que aguante! Tuve que ser muy inteligente en mis combinaciones, hacerlas todo terreno, todo combina y a prueba de cualquier clima.
Teniendo en cuenta que caminaríamos la vida entera recorriendo ciudades (más o menos unos 20 kilómetros al día!) , una premisa fundamental era que por bonito que sea el look, este debía combinar sí o sí con zapatillas. Y con zapatillas blancas para ser precisa porque tampoco iba a llevar zapatillas de todos los colores. Llevé unas negras y unas blancas que fueron finalmente las que más usé. Obvio, cargué con un par más de chatos y unos tacones porque si salíamos a una cena maravillosa como la del río Sena quería elevarme un poco más pero de todas maneras, ese vestido que usé debía combinar -just in case- con zapatillas.
Si siguieron mi viaje en Instagram, seguro vieron muchos de mis looks pero acá les muestro tres:
Con un sastre a rayas de H&M, para asistir a las afueras (solo a las afueras!) de un desfile durante el Paris Fashion Week. Como verás, este look combina perfectamente con unos tacones negros hermosos.
En Alemania fuimos a Prien Am Chiemse, un pueblito a las afueras de Munuch donde vivió y falleció el abuelito de José. Para eso, vestido de Banana Republic y zapatillas blancas.
Luego, en Versalles, con una falda y blusa de encaje (también de H&M) y obvio, zapatillas blancas. Y estas dos fueron mis combinaciones favoritas: Top + falda + zapatillas blancas y como en la foto anterior, vestido + zapatillas blancas.
Y es que así pasa cuando sucede. Si bien cuando crecemos las mujeres empezamos a preguntarnos si podemos usar tal o cuál cosa, que cómo combinarla para que no se me vea tan chibola o si simplemente vetamos una prenda de nuestros clósets, la verdad aquí entre nos es que yo creo, honestamente, que podemos seguir usando todo lo que siempre nos ha gustado, pero con la sabiduría que nos da la edad, con la elegancia que tiene una mujer segura de sí misma, que conoce su cuerpo y se siente más cómoda que nunca.
Yo jamás pensé a mis 40’s andar tanto en zapatillas. Siempre me imaginé que viviría y moriría en tacones, y si bien los AMO, no me malinterpretes, amo treparme siempre a mis tacos, hoy en día valoro tanto o más mi comodidad, el tiempo que paso con mis hijos y mi capacidad de ser súper híper multi taskink.
Creo firmemente que más allá de pensar que esto yo no me lo puedo poner, una mini por ejemplo, una chica arriba de sus 30’s puede perfectamente usarla siempre y cuando te sientas feliz de usarlo y te haga lucir bien, muy bien. Sentirte segura de lo que llevas es básico, caso contrario, parecerás disfrazada, se notará que estas queriendo parecer cuando lo que debes, es ser, adueñarte de lo que usas y sentirte la mejor con eso.
Dicho esto y como estamos en plena primavera, les dejo algunas ideas para que se inspiren y armen sus propias combinaciones! Por ejemplo, adoro la idea del maxi vestido floreado, fresquito y primaveral como este, con unas zapatillas blancas, SÚPER cómodo.
Y con faldas que puedas combinar con sweaters, polos básicos y blusas queda liiiindo!
(Atenta que la falda en animal print es un básico de temporada, ha estado por todos lados full este verano)
O sea, la nueva mujer ejecutiva puede tranquilamente completar su look con unas zapatillas. Ten tus tacones a la mano para cuando lo sientas necesario pero si saliendo de la oficina te vas a una actuación en el cole de tus hijos, a un cumple o simplemente al cine, esta es una excelente opción.
Por simples que sean (verás que estas no son zapatillas deportivas si no más bien modelos urbanos o súper clásicos), es importante, especialmente si piensas llevarlas a las oficina, que tus zapatillas estén LIMPIAS y pulcras, tarea complicada con este color pero vamos con Fé que sí se puede.
¿Qué tal estas ideas? ¿Se inspiraron? ¡Eso espero! Recuerden que no se trata de sentirse disfrazadas si no se encontrar ese estilo con el que te sientas reina, dueña de ti misma y feliz de ser y estar.
Me encanto este post. Gracias
Truco para mantener las zapatillas blancas … echarle CIF! (Si, ese que es para cocina … funciona a la perfección!)
En serio? Pero cómo, lo usas para lavar las zapatillas o se los pones como una capa protectora para salir a la calle?