
El verano está oficialmente a punto de terminar. No más de días intensos de playa y si bien sé que los voy a extrañar (más que nada ver a mis hijos gozar del mar, la arena y la piscina, les encanta!), que el verano termine significa también que empiezo a cuidar, mejor dicho, que empiezo a retomar buenos hábitos que había dejado de lado.
Es un poco loco pero soy de las que suele prepararse para el verano, antes me hacía masajes reductores y tratamientos intensivos para mantener los rubios que solía llevar en estas épocas (la soltería, le llaman ) y me cuidaba mucho también después de, pero mientras el verano ocurría, lo gozaba al máximo sin realmente preocuparme de las consecuencias, ¿no les pasaba eso a ustedes también?
Hoy día todo es muy diferente para mi, y aunque confieso que este verano he bajado un poco la guardia y no he sido tan constante como me hubiera gustado, he aprendido a simplificar mi rutina de belleza no sin descuidar algunos puntos claves. El otro día mientras estaba en Ybes Spa sacando mis citas plan Invierno 2017, le pregunté a la señora Yolanda, la Directora, que cómo veía mi piel y la respuesta fue rápida y concisa: Deshidratada.
Claro, malas noches a la vena, verano, calores, aire acondicionado a mil en el auto, y más, pasan factura quieras o no. Así que le pregunté, ¿y ahora, cómo hacemos? Pues humectación a la vena querida lectora mía, cuando el verano termina y quieres recuperar ese aspecto saludable de tu piel, realizar tratamientos de humectación profunda es lo que toca.
Yo opté por uno en base a Acuaporina, una proteína que transporta agua, este tratamiento se aplica con una maquinita llamada electroporador, que te asegura una penetración más profunda y ayuda a compactar los lípidos.
La señora Yolanda me hizo especial hincapié en estos tratamientos humectantes porque si bien yo uso todos los días mis cremas, estas sirven para hidratar y darle agua a la superficie de la piel pero los procedimiento humectantes como estos ayudan a retener el agua trabajando a niveles más profundos.
Junto con la humectación a base de acuaporina, este se suele complementar un gel en base a ácido hialurónico que va a suavizar la piel y la compacta evitando así la flacidez (sí, así es, prepárate, cuando te acercas a los 40’s la palabra flacidez empieza a volverse una palabra recurrente) y disimulando arruguitas.
Todo empieza con una limpieza, la aplicación de un tónico y una ligera exfoliación. Se retiran las celulas muertas con una maquinita con “punta de diamante” y te aplican un aerosol con acuaporina. Luego va la ampolla de ácido hialurónico, una crema humectante y un buen masaje para activar la circulación, ¡es delicioso! Pero acá viene mi parte favorita, una mascarilla plastificada oclusiva a base de menta y otras delicias naturales más que te dejan la piel como nueva.
Lo ideal, para recuperar la luminosidad y lozanía de la piel es intercalar este tratamiento humectante con uno de vitamina C.
Así que ya lo sabes, si bien es fundamental que en tu casa tengas tu propia rutina de limpieza e hidratación de forma diaria, cuando el verano acaba es momento de engreírla a profundidad con muchísima humectación. Yo te recomiendo muchísimo este tratamiento, es delicioso y rápidamente verás los resultados. Más datos, en el facebook de Ybes haciendo click acá.
genial, Vane, gracias por el dato, veo tu foto con la mascarilla y muero de envidia, pero tengo una consulta adicional, yo que vivo en Ica sufro con el calor intenso que obliga el uso de aire acondicionado todo el año y encima cuando caminas por la ciudad no hay maquillaje que resista, que me recomiendas que no sea base para usar a diario, empareje y matifique mi piel? tengo 36años, porsia, ayúdame, besos!