¡Buenos días! Y yo sigo feliz de la vida encontrándome con muebles increíbles, con una historia súper linda y muy queridos para remodelar y volverles a dar vida, ¡qué suerte la mía!. Esta vez fue la suegra de mi hermana, que vendió muchos de sus muebles ya que de vivir en una casa grande pasaba a mudarse a un depa pequeño, sus hijos ya están grandes y tocaba dejar ir algunas cosas.

Al toque, sabiendo que en este nuevo depa al que me mudé tengo un estar que amoblar y que ya no tenía mi mueble de oficina donde archivar y ordenar mis cosas de trabajo, mi hermana me pasó la voz y no lo dude ni un segundo, al toque compré estos dos muebles, una cómoda y un librero/escritorio.

Ni bien los tuve, hablé con Gaby de La Herencia para ponernos creativas, intercambiar ideas y dejarlos como a mi me gustan (me pregunto que pensaría la señora Pilar, la suegra de mi hermana, si ve como los transformé???), así que se fueron a su taller.

Acá algunos detalles, como verán, por fuera estaban un poco maltratados, después de todo son muebles probablemente con más de 40 años de vida, pero la madera en sí estaba en muy buenas condiciones.

Y mas o menos así me quedaron….TARÁN!

Lo primero que decidimos fue pintarlos de blanco, de todas maneras, agregar molduras y cambiar tiradores. Al mueble de la izquierda, la cómoda, le agregué además un nivel extra para colocar ahí el Direct TV, el Apple TV y todas esas cosas. Luego, hicimos una gran moldura que abarcara los tres cajones y otra para la puerta de la derecha.

Por su lado, este librero fue probablemente el que sufrió mayores cambios, los más radicales. Empezamos pelando la madera y pintando de blanco. Agregamos molduras por arriba, en los paneles de los costados, en las puertas y en el cajón. Además, Además cambiamos tiradores.

Además, el muebles contaba con tres repisas abiertas en la parte superior, yo cerré dos de ellas con puertas y dejé solo una repisa abierta para poderla usar como punto de decorativo. Además el mueble venía con una banquita que retapizamos

Además de eso, todo el fondo del mueble lo pintamos a rayas blancas con gris.

Estos fueron los tiradores que elegimos.

Esta es una puerta que se abre y permite que el mueble se convierta en un escritorio de trabajo.

Y si ven en la primera foto de este mueble, la parte de abajo estaba abierta, eran las cuatro patas y todo abierto, bueno, yo lo cerré y le puse una repisa al centro como para poder seguir ordenando o en todo caso, que mi desorden no se vea jajajaja.

Sobre la cómoda, como les conté, agregué un nivel superior para ganar espacio a todas las cosas que solemos tener por ahí, colocamos molduras y cambiamos tiradores. Además, por dentro lijamos y pintamos los cajones. Ibamos a poner correderas telescópicas pero preferí dejar este mueble lo más natural posible.

Estos fueron los tiradores que elegimos. Me hubiera encantado que ambos muebles tengan los mismos pero no encontramos suficientes, así que tuvimos que partirnos en dos.Ha sido casi un mes de trabajo ya que había bastante por hacer pero creo que en ningún lugar habría encontrado muebles así, con los detalles que me gustan y toda esta funcionalidad a la mano.

Aún me faltan maaaaaás cosas por hacer, como mi clóset (el clóset que tengo es mínimo, a penas un metro y un cachito para colgar cosas por lo que todo está en tapers y cajas, ¡mis pobres vestidos!

Necesito organizar bien mi sala, poner plantas y las sillas de mi comedor que están que rechinan, suenan y se mueven, no sé en qué momento ni cómo perdieron clavos y ahora parece que se vienen abajo en cualquier momento. Pero no me apuro, vamos un proyecto a la vez y si Dios quiere en el transcurso de todo este año pongo la casa como me quiero, suena como un plan, ¿no?

Pero cuéntenme, ¿qué les parecieron estos cambios? ¿les gustó?.

¡Me comentan!

PD: Gracias Gaby por siempre entenderme, leer mi mente y hacer de este proceso tan bonito y divertido, ¡es un gusto trabajar contigo!