
El Miércoles, como todos los Miércoles a las 8 pm llegue a Deporcentro (un poco cansada debo admitir) pero lista para comenzar mi clase de KO. Justo ese día la sala estaba llena, habían varias chicas que estaban probando la clase por primera vez y como nunca me ubiqué en la segunda fila (oh sí, Vane estaría orgullosa -sabiendo que siempre soy la que está al final de la clase)).
Al instante que comenzamos a calentar todo se puso negro y escuchamos un grito, “¡APAGÓN!”, la luz se había ido en toda la cuadra, se escuchaban los murmullos y nadie sabía qué hacer, qué decir, si tomar sus cosas y hacer una retirada estratégica. Pero nadie la hizo, nadie se fue y todas comenzamos a pensar en una solución a este pequeño inconveniente que habíamos tenido.
En cualquiera de los gimnasios que he estado, si hubiera pasado algo así, en una chapábamos mochila y nos íbamos a casa. ¿Hacer deporte a oscuras? No way. Esta vez fue totalmente distinto y las ganas de dejarlo todo en la cancha se respiraba en el aire. La gente quería seguir. Yo quería seguir y esa es una sensación que, deportivamente hablando, JAMAS había sentido antes. #I’mGettingThere
¿Y qué creen? A los 5 minutos prendimos las linternas de nuestros celulares y a nuestro modo creamos un ambiente con una iluminación especial (muy modernas nosotras) con el que empezamos a calentar. La profesora de ese día, Sandra, supo perfectamente cómo motivarnos, consiguió una radio a pilas y comenzamos la clase como si nada hubiera pasado.
Sudamos, sufrimos, quemamos y endurecimos como en cualquiera otra clase, fue una hora intensa como siempre, pero en el fondo creo que todas sabíamos que esta clase fue especial, que ese día aprendimos más que saber cómo hacer un buen plank (ya casi casi lista), aprendimos que el temple y la perseverancia lo es todo; no solo en el deporte sino en la vida.
El haber visto que ninguna de las chicas que fue el Miércoles al KO se fue de la sala tras el apagón me hizo entender que soy parte de un grupo distinto de personas, personas que ven el deporte como un estilo de vida, como una formación de su carácter y como una herramienta para encontrase a si mismos y sacar lo mejor de si, es increíble. Y en verdad siento que poco a poco yo también lo comienzo a sentir así. Ese día las chicas se lucieron, la voz de Sandra se escucho más fuerte que nunca y yo me di cuenta que el comienzo de una nueva etapa en mi cabeza y creo que lo que viene después sera de lo mejor.
Vas a empezar el lunes? Yo tengo la misma cantidad de semanas que tu (también estoy para marzo) pero no se me ocurre meterme a un entrenamiento tan fuerte. Cuéntame, has hablado con las chicas ko? Te han dicho que normal? Xq yo extraño terriblemente hacer deporte!
Viviana hola! Sí, empiezo de todas maneras no porque busque un ejercicio intenso si no porque necesito, luego de un primer trimestre de terror, retomar la rutina de hacer aunque sea un poco de deporte diario, eso es lo que más extraño y entre nauseas y vomitos he estado de terror. Ya hablé con ellas y yo voy a tener adaptaciones de todos los movimientos y el menor peso posible, todo bajo supervisión