Hablemos de tonalidades. Los trajes son de esos elementos que se sobreponen a muchas cosas, son ese clásico inherente al hombre que realza el estilo y la elegancia de cualquiera de nosotros. Un traje lo perdona y lo disimula casi todo menos… un mal entalle (o fit).

Sin embargo, en un reciente post, un comentario saltó a la vista. Existe la idea de que el traje tiene que contrastar con la piel? Es esto algo de lo que yo no estaba enterado? Hay colores que uno no debe vestir? Nos pasa lo mismo que a las mujeres con los vestidos? Soy de los que creen que no hay nada que no te puedas poner a menos que no te guste. Usar un color o dejar de usarlo tiene que ver con un mero gusto, todo lo demás déjaselo al arte de combinar y accesorizar. Teniendo esto en cuenta, qué tan cierto es el pensamiento de que un hombre de piel morena no puede usar un traje negro? Es infundando por donde se le vea. El negro ha sido sinónimo de elegancia desde siempre. En cualquier baile o evento de “etiqueta” el código es precisamente un tux o smoking o traje de cola (que últimamente ha perdido toda la cola) y de esto, desde 1860. No hay nada más elegante que un caballero en traje, camisa blanca con botones negros y una corbata moño o michi o de lazo (o bow tie).

Si les cabe alguna duda sobre esto.. bueno, llamen a Drake o Jay Z y díganles qué tan mal se les ve en etiqueta. O incluso a Barack Obama.

Ahora, si de verse elegante se trata, lo que hay que hacer es concentrase en el entalle o fit. La diferencia es abismal y para los poco crédulos usaré imágenes de mi suscripción virtual a GQ para explicárselos. Exhibit A (o prueba A).

Y no hay que ser “young, wild and free” para ver la diferencia… Exhibit B (o prueba B).

Los puntos críticos en cualquier traje son 7. Saquen lápiz y papel.

1. El tiro o fundillo (como le dice la abuela) del pantalón. Si bien D&G lanzó una colección con el tiro bastante bajo en FW12, la tendencia y lo clásico sigue siendo tener lo justo. Suficiente espacio para no sentirnos amenazados al sentarnos y para no parecer que cargamos un pañal por dentro.

2. El ancho de las mangas. Sí, señores, aunque no lo crean el ANCHO de la manga es crítico. Si no tienen muchos brazos retiren los excesos con un sastre. No hay nada peor que un traje con “ala murciélago” incorporada.

3. El largo de las mangas. La manga de un traje debe dejar ver una delgada línea de camisa, por lo tanto debe llegar precisamente a la muñeca para de está manera dejar ver entre 2 y 1.5 cms de camisa.

4. La cintura. La chaqueta debe adecuarse al cuerpo moldeando la silueta. Entállalo a los lados.

5. El hombro. A menos que tengas una escondida pasión por las hombreras que usaba Madonna en los 80’s o seas un perdido fan de Locomía, usa el hombro hasta donde llegue tu hombro y nada más. No te verás más fuerte por aumentarle un poco, anda al gimansio.

6. El ancho de las piernas. La mayoría de pantalones es cortado para meter dos piernas en donde debería entrar solo una. Sobre todo si compras uno en Adams o Él (lo cual no tiene nada de malo, puedes hacer que se vea como un traje de $1000 con el entalle adecuado). Dile al sastre que lo quieres un poco más pegado de lo que él considere normal. Créeme, los sastres pueden ser algo testarudos.

7. La basta. El cuff - o el doblez hacia afuera en la basta - está de vuelta. Sube la basta hasta que toque tus tobillos y si te atreves, ponle una basta exterior, es de última.

Así que ya saben señores, siéntanse como un millón de dólares en un traje que les pudo haber costado $100. Y por favor, olvídense de la idea de que la piel limita los colores del traje, sino pregúntenle a Will Smith en Men In Black.

Dedicado a Mr. C.