10 de Septiembre del 2013
UpDate
Pfff, tanto, pero tanto tanto qué decir y sin mucho tiempo, ganas, alma para sentarme a ponerle palabras al mar de emociones que vivo últimamente. Es que cuando le pones palabras a tu vida es como hacer todo un poco más real, más cierto, más tangible y menos fantasioso.
Lo que tengo metido en el pecho no tiene nada de fantasía si no mucho de mi propia existencia que me ha sorprendido en estos últimos días. Pero comienzo por el inicio, así me enredo menos y le veo más sentido a las cosas. La semana pasada, un buen día, el martes pasado para ser exactos, no lo pensé más y así de una y juácatela tomé la pastilla mágica para cortarme la leche, no sin antes dejar inmortalizado en una foto ese ultimo pecho que le di a mi gorda, de ya casi casi un añito de edad. Está grandota.
Lo había pensando tanto, me lo había imaginado tanto y había hecho tanto luto interno por lo que perdería al dejar la lactancia (egoísta yo, así es) que una mañana decidí que ella ganaba más, que pasa ya mismo a la leche fresca, que ahora se va con su taza y no tanto por el bibe, que ya quiere dar pasitos, que ya dice tres palabras, que lo entiende todo y es más sapa que tu y yo juntas, decidí que ya habíamos cumplido un ciclo y que estaba bueno eso de andar con la teta al libre albedrío, gajes de ser una mamá que trabaja en casa es que la teta es casi casi una teta express, a toda hora y a todo momento así que dije no. Le di una última vez, tomé mi pastillita y me vendé bien vendada.
Dos días después, para que lo sepas, si es que tu producción de leche es abundante como la mía, amanecí inflamada mal sin poder mover los brazos si quiera, en teoría ya no debía extraerme leche pero tuve que hacerlo y así me saque casi casi 20 onzas. Podía morir. Las pastillas tampoco son fáciles, me cayeron un poco mal así que la presión se me bajó, los mareos, el dolor de cabeza y vendada, qué te puedo decir, fue una semana en la que todo mal, todo mal. Y esta semana repito el mismo procedimiento para finiquitar con mi fábrica de leche y me despido feliz de saber que pude alimentar no sólo a mi bebé si no que serví para que otro nene también reciba su dosis de leche materna por unos cuantos meses. Fui feliz de darte y de darle, fui feliz de compartir.
Mi princesa, me entregué a ti por un año seguido, me entregué todita, elegí ser mamá a ciegas sin saber lo que demandarías de mi y sin saber lo que te podría dar a ti. Cambié 180 grados. Cambie por ti y para mi fue dificil pero feliz, qué importa perderme un año si eres la pequeña más sana, bella y fuerte que conozco! Ya tendré tiempo para encontrarme otra vez, y lo estoy haciendo ahora. Te di lo mejor de mi, mi cuerpo fue para ti y mis lagrimas, emociones y falta de sueño también. Que sepas que alimentarte ha sido lo más hermoso, sacrificado y humanamente increíble que he hecho (después de traerte al mundo, claro) y que lo volvería a hacer de ojos cerrados. Fui de las que disfrutó con una sonrisa cada sesión de lactancia, tanto como tu.
Y hoy papá y yo cumplimos 2 años de casados. Dos años felices de tener a mi lado a mi mejor amigo, a mi amor perfecto, al mejor padre qe pude darle a mi hija. Y mientras escribo esto con una copa de champagne al lado, papá está frente a ti, con su champagne también disfrutando de nuestra vida juntos y sabes qué? Haciendo las invitaciones para tu cumple.
(Fui bailarina así que papá sabe que estas esculturas me fascinan, amo las bailarinas y este fue mi regalo de hoy)
Que sí, que lo sé, que estamos tarde pero no importa, las estamos haciendo con nuestras manos como todo lo demás y estamos encantados de darte un primer cumple que tal vez no recordarás pero que siempre sabrás que lo hicimos todo, pero todo, pensando en ti.
Así que el fin de semana será tu cumple, un año princesa, un año!!! Un año de de tenerte con nosotros y aprender tanto, eres lo mejor que papá y yo hemos hecho juntos, eres nuestra vida entera (y ya pensamos en el hermanito, no me hago la que no).
Y como parte de estos cambios de vida que me propuse para este mes, en el K.O me pidieron dar un testimonio sobre mi experiencia y bueno, prendieron la cámara y me fui de boca con casi 4 minutos ininterrumpidos de monólogo de una mujer en el siglo 21, que soy yo y se que en algún punto, eres tu también.
(Si quieres K.O, pruébalo acá)
Fue el fin de una era a inicios de mes, empieza otra que aprendo sobre la marcha (anoche fue tu primer llorona a media noche sin teta para calmarte, no se cómo lo hice pero te calmé), aniversario hoy, cumpleaños el sábado y Nico de corresponsal en NYC, imposible irme yo con estas cosas encima pero creo que mejor representada, imposible, ya en Febrero lo haremos juntos.
Respiro y continúo, hay dos proyectos por cerrar, tanto por hacer y por decir, pero lo dije. Ya no doy más de lactar y sobreviví. Y Valentina también, somos un gran equipo y mi esposo hermoso nuestro mejor apoyo.
Te amamos cielo, gracias por existir!