Hace un par de semanas, la familia entera (bueno, casi, porque mi hermana no pudo asistir y se les extrañó muchísimo) nos fuimos a celebrar el cumple de mi mami al Hotel Las Dunas, en Ica. Tenemos mil, pero mil recuerdos de ese hotel de aquellos tiempos cuando éramos chicos y lo visitamos innumerables veces, entre las “Pititablas”, las dunas para resbalar, la piscina, el puente, los jardines, los peces…uffff, los recuerdos estaban por todos lados y lo cierto es que pese al paso de los años, el hotel no ha hecho más que mejorar.

El viaje fue largo, muy largo, casi seis horas por el tráfico que nos tomó a la altura de Chincha y que fue de nunca acabar. Mi consejo, cuando viajas con chicos así, es tener todo a la mano -celu o ipad con películas, su música favorita, algún juego, snacks, bebidas e incluso una almohadita para que apoyen su cuello y puedan dormir. Además, al ver lo laaaargo que se hacía el viaje, cada cierto tramo paramos en un restaurante para ir al baño y así evitar urgencias inesperadas.

Una vez que llegamos, nos registramos en el sistema “todo incluido”, así que todos los juegos, las comidas y bebidas estaban ya registradas. ¿Lo bueno? Hay muchísimas actividades para chicos, desde búquedas del tesoro, bailes, concursos, clases de repostería, paseos a caballo y películas, de todo en un sistema non-stop que si Valentina hubiera sido un poquitito más grande probablemente hubiera disfrutado más. Para mi gorda de tres añitos muchas cosas estaban fuera de su alcance pero eso no quita que se divirtió como chancha en las piscinas, toboganes (es una sirena loca!), en el paseo a las dunas con su papi y correteando por todos lados.

Creo que todo tuvimos un viaje genial, nos desconectamos del trabajo, salimos de la rutina pero lo mejor fue hacerlo juntos, en familia, con mis papis, mi hermano y familia y yo con la mía, hubieron muchos desayunos en una gran mesa, tardes de paseos y hasta momentos en los que todos nos metíamos a un cuarto solo para conversar, fueron días de mucho compartir, de esos que te dejan recuerdos para siempre.

(les dejo los datos de algunas cosas que usamos en este viaje ya que por Instagram hubieron muchas preguntas que espero acá resolver).

Estas habitaciones con vista a la laguna las tenía clavadas en mi retina desde hace tantos años, y ahora ver a Valentina recorrerlas me pone la piel de gallina

Mi túnica/salida de baño es de Applauzi y Valentina con sus flotadores de esos que compramos alguna vez (no recuerdo dónde!) y que ahora sí nos han servido muchísimo, mucho más que los inflables de dos brazos, si los ven, compren, porque de verdad que les dan mucha estabilidad a los chicos.

Ajá! Esta vez m hice de una ropa de baño negra en Toque d’ Sol , súper básica de esas que te sostienen todo pero, con su detalle de espalda rebajada y cruzada, un hit.

¡El paseo por las dunas con papá!

Si bien ella siempre ha sido una chica de ropa de baño completa, esta vez estreno bikini estrellado de Toque d Sol. ¿Cómo hago para decirle a esta niña que pare de crecer?

Mi sombrero es de una marca que conozco hace muy poquito, se llama Maison Bonzanmi y tienen cosas súper lindas y originales, como esta ropa de baño cruzada al frente de Applauzi.

Mi mami, Valentina y yo. Muchísimas gracias a ella por esta invitación y obvio, ¡que se repita!