Como les conté hace un tiempo, en Octubre, por su cumple, le regalé a mi mami un día de Spá en el Westin que compré en la página de BigBox y hoy les quiero contar todos los detalles.

Este fue un regalo para las dos (a quién quiero engañar) pero más que nada, fue una experiencia diferente, que era lo que yo quería, un momento para desconectarnos las dos, hablar de cualquier cosa que no sea trascendente ni importante ni life changing porque de eso andamos agotadas…¿y sabes qué?, ¡lo recomiendo totalmente!

Sé que normalmente estas son cosas que una hace con las amigas, pero hacerlo con tu mami es totalmente diferente y aunque fui un poco temerosa por ella que no le gusta que la toquen mucho, no quería que le masajeen los pies porque no le gusta ni el cuello porque anda muy contracturada (ella venía de antemano con una serie de anotaciones que me ponían nerviosa), las chicas del Spa anotaron con paciencia cada uno de nuestros requerimientos e hicieron que pasamos un momento diferente.

En el site verás que existen varios paquetes, incluso hay uno especial para dos personas pero no elegí ese porque incluye los circuitos termales (una delicia, ya los probé antes y es una maravilla), pero ahora por mi embarazo no lo puedo hacer así que cambié por otro paquete individual, y al hacer la reserva pedí nos juntaran. El paquete incluía Mini Spa, no pude entrar al sauna ni al jacuzzi pero me senté al lado a acompañarla y verla disfrutar como la mejor (me encantaría mostrarles fotos pero debo mantener su privacidad ;), luego unos masajes para los que sí nos separaron, ella quería uno relajante y yo uno súper especial para embarazadas donde simplemente perdí el conocimiento y me quedé más dormida que 20, para terminar una manicura de esas que te dejan como nueva (si no lo has hecho, prueba los poderes mágicos de un buen masaje de mano, lo amarás).

Confieso que a mi me cuesta muchísimo desconectarme a ese nivel, me siento un poco mamá culpable cuando me tomo una tarde para no trabajar y encima, dejar de lado mi celu -no vaya a ser que juuuusto le pasa algo a Valentina y yo ando masajeandome los pies, ¡me muero!- y mi mami tiene sus propias obligaciones -entre ellas, cuidar a mi sobrina Aitana de 8 meses mientras sus papis trabajan- pero ese día, pues sí, invocamos al poder de las nanas que tanto nos ayudan y nos desaparecimos por dos horas, desconectadas y mentalizadas de que esto no es algo que hacemos todos los días, que nos lo merecemos y que de vez en cuando, es más que justo y necesario.

Recomendado totalmente, hay algo súper espacial en regalar un momento, un recuerdo, en vez de algo físico. Para tener en cuenta.