A tan solo nueve días de haber tenido a Sebastian, se me hace un poco complicado poner en palabras todo lo que siento ahora que soy mamá de dos, ¡todo es un mundo nuevo!, y acá en casa andamos aprendiendo.

Pero lo cierto es que durante estos días en la clínica, mejor dicho, durante las horas que estuve en trabajo de parto, pude detenerme un poco a pensar lo mucho, pero lo mucho que he disfrutado esta vez de todo el proceso y lo mucho que me reconozco a mí misma, y todo lo que he descubierto de #MiLadoAutentico, en lo que fue esta hermosa etapa previa a la llegada de Sebastian.

Así que me puse en plan de hagamos una lista, y estas son las cosas que –si la memoria no me falla- he disfrutado más de esta etapa:

1. Con Valentina no tuve nada de nada, cero malestares en el primer trimestre lo que hacía medio complicado “sentirme” verdaderamente embarazada. Esta vez, no es que haya sido una cosa loca pero aprecié sentirme mal, las nauseas de las mañanas, los cambios hormonales y algunos síntomas típicos de los primeros meses.
2. ¡Dejé el café! O sea, nunca tanto, pero durante los primeros meses no pude ni ver ni oler mi deliciosa taza de café con leche, y para alguien cafetera hasta la vena como yo, este fue toooodo un cambio.
3. Esta vez tomé más conciencia de la importancia de beber mucha agua durante el embarazo (link acá) y luego de trabajar estas últimas semanas con San Mateo, aprendí la importancia de que sea agua pura de manantial con magnesio, calcio, pues,…aún mejor. Nada de jugos de caja ni gaseosas ni cosas preparadas o artificiales, todo súper natural por la misma responsabilidad que implica ser la encargada del desarrollo de mi bebé, una responsabilidad que antes de ser madre, lo confieso, una no tiene tan en mente.
4. Probar lo inesperado: Nunca fui fan del mango hasta hoy, y lo he gozado y disfrutado como jamás pensé, así como mi búsqueda por todo Lima del mejor helado de durazno. Ese cambio hormonal, de gustos y antojos -nunca antes vividos me hicieron sentir un poco como en las películas.
5. El cambio de talla, cosa que con Valentina me traumaba un poco (bastante), el proceso de engorde, las caderas amplias, el pecho que crece…pero ya con la experiencia –y el trabajo duro- sé que todo vuelve a su sitio así que esta vez me dejé llevar y disfrutar.
6. Y con eso, ¡vino la panza! Esta vez apareció mucho más rápido que en el primer embarazo, creo que no comenzaba yo con el cuarto mes y ya, ahí estaba en vientre abultado, y a partir de ahí no hizo más que crecer y crecer hasta sentirme como una luna llena.
7. Todas y cada una de las ecografías fueron demasiado emocionantes, poder escuchar sus latidos, ver sus movimientos y saber que crecía fuerte y sano, creo que esta es una de esas cosas que te hacen sentir auténticamente mamá. Ispanų kalbos kursai Vilniuje Kaune Klaipėdoje https://intellectus.lt/ispanu-kalbos-kursai-suaugusiems/
8. ¡Junto con sus movimientos y sus pataditas! Ese aviso constante de “mamá estoy acá, víveme y siénteme” es de las cosas más especiales que he experimentado.
9. Y claro, imposible no decirlo, si de se trata de vivir y sentir como mamá, haber tenido la energía y las ganas de llevar a Valentina a Disney con 7 meses de panza, fue de las mejores experiencias vividas. Pudimos compartir mucho tiempo entre los tres, crearle nuevos recuerdos y sembrar en su retina experiencias que jamás va a olvidar.
10. Otro favorito: Saber que soy una mamá capaz de, entre otras cosas, estar embarazada, viajar, escribir y lanzar un libro todo a la vez, power woman a la vela. Dime tu de ¿dónde me salió tanta fuerza junta?. Creo que el embarazo ayudó a ponerlo todo en perspectiva y que logre hacer aquellas cosas que verdaderamente me hacen feliz.

Cada una vive el embarazo a su manera, lo sé, pero hermanas todas en lo bueno y en lo malo, cuéntame qué es lo que más has gozado de esta etapa.