
Cuando tuve a Valentina aprendí a respetar mi cuerpo como nunca antes, valoré mi pecho amplio que por un año alimentó a mi hija, entendí mis caderas anchas, y hasta le tomé cariño a mi nueva panza un poco suelta, eso sí, a mi ombligo sí que le costó recuperar su forma. Tuve que aprender a vestirme de nuevo porque mi ropa no me quedaba o no me funcionaba para mi nuevo estilo de vida como mamá de una recién nacida.
Para ese momento, andar en faldas no era ya una prioridad, le di la bienvenida a los leggings, las blusas y los cardigans, me tomé un buen tiempo para volver a trabajar al ritmo de siempre y para encontrarme en este nuevo cuerpo de madre, para crearme un nuevo estilo al vestir que me funcione y con el que me sienta yo misma. Todo tomó su tiempo.
Esta vez, con un segundo bebé, la cosa es bastante diferente. No sólo he trabajado hasta el final final final del embarazo, literalmente, lancé mi libro con todo y cocktail 10 días antes de dar a luz y luego, tres semanas después ya estaba en un estudio de grabaciones haciendo videos, sesiones de fotos, asistiendo a eventos y no sé qué más. Nunca pensé reintegrarme tan rápido y hasta ahora no sé si me gusta o no, a veces pienso que me hubiera gustado tener más tiempo exclusivo para él como lo tuve con ella, pero lo cierto es que no sólo hay que trabajar si no que tengo dos hijos, dos y hay que atenderlos, hay que dedicarse a ambos y desde ya eso hace que mi tiempo con Sebastian no sea igual que el tuve con Valentina, y a veces pienso que no tengo tanto control sobre las cosas, otras tantas, al contrario, siento que tengo más control sobre todo y al final termino hecha un ocho.
Esta vez he tenido menos oportunidad de dejarme ver las canas, menos tiempo para sentirme cansada (aunque últimamente este sea mi status quo) y contemplar la maravillosa complejidad del ser ni los eclipses imposibles de perderse porque, si no estoy ocupada haciendo algo, lo único que quiero contemplar es mi almohada, tengo menos ganas de congelar el tiempo y más bien, siento que tengo que vivirlo todo para que no se me escape nada, incluida yo misma porque señoras, una se pierde, que sí y que sí, una se pierde a si misma por ratos, ni qué decir del sentido de la moda, ese bandido se puede ir por la venta a la primera que la dejes un poquito abierta y zas, cuando te das cuenta, te dejas ganar por polos viejos, el único par de jeans que te cierra o esas blusas que más que nada viven abotonadas a la mitad, siempre listas para sacar una teta que ya no se asusta por nada, y que más bien, vive orgullosa de lo que hace, de alimentar a mi bebé.
Esta vez, quise hacer las cosas distintas y dejar de lado el trauma de si ya bajé todos los kilos que subí y por qué no, digo yo, gozar los kilos subidos, hasta darme el gusto de sacarme fotos para ustedes con todo y ojeras, muffin tops y dándole duro a un nuevo uniforme de invierno, y es que por ejemplo esta vez me he hecho más amiga que nunca de las capas y se me ha ocurrido que necesito un buen y regio abrigo, porque así sea que me ponga jeans y polo blanco, siento que un abrigo me hará el día y se me verá “mejor vestida” en caso tenga que dejar a la criatura para volar a una reu. Agregue usted labios rojos y listo el pollo.
Y es divertido -cuando me miro en tercera persona- ver cómo a mis 38’s puedo volver a empezar y amistarme conmigo misma, no que me haya peleado, para nada, pero es como encariñarme con quién soy otra vez, porque a veces, sí, a veces siento que tengo súper poderes, como de súper heroína, y eso hace que me sienta orgullosa de mi misma (agotada, pero orgullosa al final del día).
Busco ubicar mi nuevo yo, un yo a la mode en un mundo cómodo, más casual que antes pero elegante, quiero un nuevo lady like mom’s edition, si es que eso posible. Por lo pronto, entre cardigans y blazers le doy espacio a las capas, a los jeans rasgados combinados con stilettos y le guardo un lugar super especial a los t-shirts, que he encontrado son mis favoritos, por ahora, para dar de lactar cómoda y pasar de un look de mamá a uno de mamá que trabaja en un dos por tres.
¿Mi consejo de conejo? Un lindo color en los labios, un buen corte de pelo (incluso un nuevo color para estrenar!), una cartera genial y XL que puedas usar en vez de pañalera, un genial cover up para ocasiones especiales (lease, un abrigo, capa, blazer) y una pieza de joya (ando tras esa) como un collar hermoso o un anillo de locos, de fantasía, obvio, así como unos flats bellos o unos tacones toco combina (¿de animal print?) harán que no te sientas perdida y que poco a poco, te encuentres nuevamente, esta vez, como mamá de dos.
Hola Vane ando en las mismas con mi segunda BB de 5 meses y mis idas y vueltas al Cole, reuniones de Mamis, una que otra salida con el esposo, y a cargo de la casa si pudieras poner fotos con algunos looks sería genial, te cuento que encontré las capas en Basement en Saga obvio de otros nuevos colores y regio! Ando también entre blusas y polos cómodos para la lactancia, flats, zapatillas, botines chatos, etc y a punto de hacerme un laciado brasilero casero sin formol que recomendó en su Blog Estilozas a ver si mis pelos no andan de loca en cuanto a un corte que tal Masters of hair quien corta bien ahi?
Catherine hola! Yo me corto siempre con Alex, es un trome. Me cuentas cómo te va con el laciado en casa, con cuidado ah! Besotes (y prometo sacar looks así
)
Gracias Vane ya te cuento siempre te sigo en instagram, me olvidé preguntarte donde o con quien te depilas las cejas?
Totalmente identificada aunque solo soy mama de 1 de 3 meses! A mis casi 23 me cuesta un poco aceptar mi panza y ojeras de mama y que ya no me quede ni un jean! Soy full leggins de tiro alto y blusas sueltas, lo mas comodo y que disimule bien! Y como Catherine tambien quiero un laceado casero porque no me da el tiempo para secar y planchar mi pelo… Pero todo vale la pena cuando tienes a tu bebe
Vanessa
Qué lindo tu post, tan honesto.
Disfruté mucho leerlo! Gracias por tu honestidad, por compartir tu vida.
La verdad disfrute esto mucho más, que los posts de los chicos que trabajan contigo ahora.
Que marca es tu jean Vane? Te queda regio! Sufro para encontrar un jean con el fit perfecto para mi cuerpo: me gustan los skinny pero sería ideal no tan cigarro en la pantorrilla.
Vanesa, cuales son esos polos listos para cualquier ocasión?
por hay lo vi…yo tambien estoy buscando el laceado brasileño, ja,ja,ja con la finalidad de adaptarme a mi segunda maternidad, igual de cansada, igual dee doblemente feliz , tome la decisión de trabajar desde casa de forma independiente , para no perderme de nada …y en esas estoy, todavía con el cambio hormonal que a veces nos golpea pero feliz y al igual que Vane…los miro y digo SOY LA MAMÁ DE DOS!!!!!
Wow todo eso que describen lo siento!!!!
Jajajajaja soy madre primeriza de un cachorrito de 4 meses; al inicio fue un cambio total, radical en mi vida, como un terremoto que llegó, sacudió, y cambió todo en la casa!
También me siento cansada!!!
Muchos me decían que tener un perrito es como tener un hijo, pues si ya lo veo.
La responsabilidad es grande, las preocupaciones por su salud también, su alimentación, su horario de paseo, etc.
Bueno ya imagino cómo será cuando tengo.un hijo humano baaaaa me muero jejeje
Mi esposo y yo estamos caoticamente felices!!!
Querida Vane:
Si te sirve de consuelo te cuento que el cuerpo de una mujer embarazada o no cambia a los 40. Claro, hay algunas afortunadas con súper genética o mujeres que hacen ejercicio fuerte diario a quienes los años no le cambian tanto el cuerpo. Lo importante creo que es estar sana y bien.