Entonces, qué pasa cuando un domingo cualquiera te enrumbas a la playa o a la piscina con tu familia y tu cámara dispuesta a hacer muchas fotos bellas, hermosas y maravillosas pero al final revisas tus fotos feliz como la lombriz solo para darte cuenta que donde no sales con un ojo tuerto sales con la boobie al aire del jalón que te dieron, Valentina aparece mirando hacia otro lado y el bebé con cara de loco, en conclusión, pasamos un hermoso día donde los chicos gozaron de la piscina hasta decir basta y de donde saqué muchas fotos….así, que sí, no son las más “picture perfect” del mundo pero son mis hijos, son felices, están prendidos como monos encima mío, creando un mar de recuerdos que les durará toda una vida. Así que ¡al agua patos!

Pd 1: Imposible no contar con tus Huggies Little Swimmers, estos pañales exclusivos para la piscina y para la playa, los probé hace mucho tiempo con Vale, pero ahora me tocó probarlos nuevamente con Sebastian. Los Little Swimmers son regios porque al ser pañales especiales para el agua no se abultan y nuestros bebés pueden jugar cómodamente en la piscina y nosotros los papis estar tranquilos evitando posibles accidentes (popo). Así que son perfectos para nuestros pequeños tiburoncines (hay uno con diseño de Nemo que es bello y de la Sirenita también!), yo se lo pongo como calzoncito y para quitárselo lo abro con los pega pega abre fácil que tiene a los lados, practiquísimos :). Está de más decir que Sebastian estuvo más que cómodo y feliz en la piscina

Pd 2: No me he olvidado de sus pedidos y en un siguiente post viene todo el cuidado de la piel del bebé en la playa”