Cada mujer es la suma de todas las mujeres que fue, cada uno de los personajes que le tocó vivir a lo largo de sus x años de vida, resumidos a modo de enseñanzas, pasado que le llaman, y que convierten su brillante presente en una constante tentación por hacer de él algo magnifico, algo único, algo que nos lleve a ese futuro brillante con el que todas soñamos.

Yo soy la suma de todas las mujeres que fui, y soy la promesa de que seré aún mejor.

O al menos eso es lo que cada día quiero creer, y cada día empiezo. Empiezo algo, empiezo un nuevo proyecto de trabajo (porque te juro que cada día me invento algo nuevo para hacer en mi vida, que no es lo mismo que algo nuevo para hacer con mi vida, ¿se entiende la diferencia?), cada día empiezo con la promesa de que hoy sí voy al gym, sí como mejor, sí devuelvo esa llamada, sí pongo por escrito ese mail que me persigue, sí juego más con mis hijos, sí veo a mis amigas, hoy sí me tomo esa copa de vino con el esposo…cada día me prometo empezar algo nuevo o simplemente retomar algo viejo como la última novedad.

Cada mujer es su propio viaje, tiene su odisea personal que la hace única e invalorable. Me lo mostró un día mi coach, somos tan luz como sombra, somos contrastes, somos dos caras de una misma moneda. Somos guerras ganadas, somos una piel que resiste porque no sabe vivir de otra manera. Somos sueños, somos esperanza, somos lágrimas, somos ilusiones, somos un mar de sonrisas y cientos de palabras, somos y vivimos por nuestras propias promesas por cumplir.

Y un buen día, las invité a desprenderse de su rutina para dejarse llevar por lo que pensé sería un viaje de adentro y de afuera, de cabeza y de corazón. E hicimos magia.

Me ha tomado un par de días reponerme, asimilarlo, darme cuenta de que las mujeres, dentro de este sin fin de ocupaciones y responsabilidades que tenemos, están dispuestas a decir en voz alta basta, necesito tiempo para mi, para encontrarme con la mujer que fui, perdonarla, reconocerla, quererla y hacer comunión con la mujer que es, porque la mujer que es, es simplemente espectacular.

#EmpiezaPorTi me ha mostrado lo más maravilloso de mis mujeres, mis lectoras y yo sólo puedo estar agradecida, infinitamente agradecida, por haberlo hecho posible.

Gracias, de todo corazón, a todas las fueron, a las que me escribieron, a las que se quedaron con las ganas y a las que me juran que al próximo sí van.

Gracias por ser y estar, por quererse reinventar, por estar dispuestas a vivir y por su ganas de hacer más. En serio chicas, gracias.