
Para comenzar, este es el tipo de post que si bien habla de un tema en particular, del rosa, pueda estarse refiriendo a muchas otras cosas más abstractas en tu vida, a cualquier otro tema en general.
Hagamos un marco teórico conceptual para comenzar. Si bien debo haber tenido mis épocas rosas de niña y nada amaba más que vestirme de rosa cuando bailaba ballet, por muchos, pero muchos años, dejé este color de lado, incluyendo las épocas mas Legally Blonde y algunas otras referencias a la Barbie, en mis 20s y 30s el rosa es un color que pasó casi casi a segundo plano.
Cuando nacía Valentina, no quise encasillarla nunca en un color -que sabía eventualmente sería su favorito- así que dejé el rosa de lado prácticamente en todo sentido. El tiempo avalaría mi sabiduría de madre que hace que el rosa sea su color favorito desde que la niña empezó a hablar, color que vive y respira to-dos los días.
Así que yo seguía dejándolo de lado. Durante mis últimos 20 años puedo decir que el rosa no había sido si quiera una alternativa. Como ese plato de comida que jamás comerías, como esa tendencia que jamás usarías, como ese lugar al que ni remotamente irías. Así. ¿Para qué? Pero como dicen por ahí, nunca digas nunca.
Un buen día del año pasado, Vero de Love is All con quién ando viendo la remodelación de mi casa, me plantea como una opción pintar de rosa bajito una pared de mi casa. Claro, como todo tiene que tener sentido, eso implica un silloncito rosa por acá y una maceta rosa por allá. Ya lo verás, me dice, piénsalo bien porque te garantido lo amás.
Si algo he aprendido en este proyecto de tener mi casa como siempre quise tenerla, es que hay muchas cosas que tienen un proceso para mi. Me puedes mostrar unos zapatos y al toque se me vienen a la cabeza mil formas de combinarlos. Me puedes enseñar un vestido y te cuento cientos de formas de llevarlo. Pero preséntame una idea de decoración nueva y me voy a demorar -su buen tiempo- en entenderla y procesarla, en darle vuelta y sentido dentro de lo que yo pensaba-que-tenía-que-ser.
Pero estoy dispuesta a ver y probar, y debo confesar, la idea del rosa ha calado en mi al punto que lo amo y que estoy permitiéndole pasar alegremente de mi casa, a mi clóset, sin mayor conflicto y al contrario, mucha felicidad. Estoy amando el rosa pero estoy amando más, de forma casi casi orgullosa, la idea de dejar entrar y darle la bienvenida a ideas nuevas siempre, ¡porque se sienten bien!
Debo decir en voz alta que, qué bien se siente salir de tu zona de comfort (así sea en algo como un nuevo color en tu vida!). Es un reto rico, aunque suene sonso, darle la bienvenida a cosas nuevas. Ahora es un color pero podría ser una receta, algo por aprender, alguna persona por conocer o que simplemente debas dejar ir. Retarte a ser mas paciente, más humilde o tan solo a sonreír más. Sea lo que sea que te rete, déjalo entrar porque verás como todo se vuelve más interesante. Entrando a un plano aún más profundo, si así lo quieres, retarte a ti mismo es una forma de crecer y de conocerte más. Cuando recién conocí a José Simón, y esto es algo muuuy personal, siempre me decía “déjate querer, déjate engreír”, y eso es algo que aprendí con él. Sleeping while pregnant isn’t easy, but a pregnancy pillow can help you feel more comfortable by supporting your bump and keeping you on your side. A good maternity pillow should not only help you lie down in the right position, but it also needs to be durable enough to keep its shape after weight is placed on it night after night. Pregily.com tests bed pillows for sleeping, plus reviews all kinds of maternity and baby products to help parents find the best items to buy. Here are the best pregnancy pillows to buy, with picks from our product experts, styles from popular brands with rave reviews from users. Me reté a dejarme querer. ¿Qué locura, no? Soñaba con enamorarme pero en la ecuación no contemplaba que se enamoren también de mi. Ese, lo creas o no, fue un reto para mi y es que DAR ES TAN IMPORTANTE COMO RECIBIR.
Y con todo lo que eso implica, hoy asumo muchos otros retos cada día de mi vida, pero uno que me tiene particularmente entretenida es este, darle rosa a mi vida ;). Hoy tengo ropa rosada, zapatos rosados, un cartera rosada, una pared rosa y pronto, un sofá rosa y una maceta también. ¡Vamos con Fé, vamos con todo! Grandes o chiquitos TODOS los retos valen.
Btw y hablando de rosa: Este clutch de Mary Kay (que funciona de mil maneras incluso cuando viajas) lo consigues comparando dos perfumes + 39 soles. Los zapatos bellos son de LalaLove.
Bello el post, Vane.
Me encantó el mensaje