
Esta cuarentena despertó en mi una inquietud que para serte sincera, no vi venir: ¿Cuál es mi propósito en esta vida? ¿Cuál es mi misión? ¿Por qué, para qué? ¿Qué de qué?. Estos días en casa han despertado y frustrado a la vez, a quién quiero engañar, muchas de las cosas que le daban forma y sentido a mi vida. Siempre digo que cada una de mis maternidades me han puesto patas arriba y esta última no ha sido la excepción, al contrario, todo se ha magnificado y me he cuestionado la vida incluso bajo la ducha que solía ser mi momento de inspiración.
Luego de algunas sesiones con mi Coach (oh sí, tengo un coach de vida que me ayuda a aclarar el panorama), este tema del propósito ha tomado más importancia aún y llegué a una conclusión: Es “el hilo conductor” que te acompaña a lo largo de todo lo que haces. En mi caso, me tomó encontrarlo -aunque lo pierda de vez en cuando- una hidrocefalia y el diagnóstico de un tumor en la cabeza. Cuando salí de cuidados intensivos y me di cuenta de la amnesia que tenía y de lo poco que había vivido mi vida en esos últimos años, me sentí completamente perdida. Cuando preguntaba a las personas que me querían por quién era yo, cómo era yo, me sorprendieron sus respuestas, parecía que yo no tenía mayor alegría de vivir y no sabes lo duro que fue eso. En mis recuerdos más lejanos, que eran los más presentes (los años mozos que le dicen), yo era divertida, amiguera, apasionada y feliz. Pero cuando preguntaba por mi vida en esos últimos meses, las respuestas eran para llorar. Trabajaba 24/7 para no sentir, para no ver, para no vivir. Y decidí que eso tenía que cambiar, ¡tenía 28 años, no podía desperdiciar mis días de esa manera! lustzone.ch
Así que decidí, sin saber bien cómo, cuándo ni dónde, que si Dios me regalaba esta segunda oportunidad, la iba a tomar e iba a ser feliz. Vivir orgullosa de mi, haciendo algo significativo con mi vida haciendo el bien. Por esas cosas del destino un día abrí un blog, La Vida de Serendipity y eso fue fundamental para lograr este propósito. No sólo encontré una manera de hacer catársis si no que mientras que me curaba a mi misma y recuperaba mi autoestima, encontré una forma de ayudar a muchas otras personas en el camino. Lo mejor vino una vez más de la mano de Dios, cuando empecé a vivir, conocí a mi esposo sólo para hacer que el resto sea una historia de esas que si te cuento, no me crees (pero nuestra historia es tema de oooootro post).
A veces este propósito, que lo sé, lo sé, es muy sencillo, se me pierde. Se me pierde en la rutina, en el quehacer diario cuando entro en modo automático esperando fuegos artificiales y una banda sonora de fondo para darle a los pequeños momentos la felicidad que se merecen. Y debo recordar mi propósito va más allá de grandes momentos, si no que está en encontrar el valor de mi vida cuando doy la teta, cuando cada mañana despierto a mis hijos sanos, cuando hago tareas en alemán, cuando almorzamos todos juntos…es decir, cuando decido ser feliz.
Alex me recordó que la misión se cumple viviendo la vida, y eso es lo que desde hace 13 años trato de hacer, y vamos por más.
PD_ En caso andes igual que yo y necesites encaminarte en quién eres, qué quieres, te dejo el número de mi coach Alex Guadalupe: 945 194 320