Tal como les conté por mi Instagram (que si no me sigues, no se qué estás esperando :P), la semana pasada Valentina y yo nos fuimos de paseo al Jockey a compararle un par de zapatos a mi marido, porque la verdad es que como dice el dicho, en casa de guerrero, cuchillo de palo y si hay algo de mi esposo necesitaba en calidad de sha mismo, era una par de zapatos para atravesar con dignidad el invierno.

Llevé a Valentina sin coche, dizque para que camine y se divierta (y se canse) más y confieso que no se si fue gran idea porque mi hija -que aquí entre nos está medio Coca-Cola- se la pasó corriendo por todos los corredores y gritando “AHHHHHHHH” mientras movía sus rulos al viento y por un momento fui una de esas mamás a las que probablemente unos años atrás miraría pensando “controla a tu hija por amor del cieloooooo” cuando hoy sé, que muchas veces no se puede, nos acercamos a los terribles dos (que tampoco sabía que existían, pero así les llamas a una de las edades más terribles de los bebés y se llaman así, los terribles 2) y mi hija está, honestamente, terrible, es la Bala Valentinay a veces, una bala perdida, como cuando nos vamos de tiendas.

Anyway, nos fuimos al Jockey a buscarle zapatos a papá y mi primer impulso -y siempre me guío de mis impulsos- fue ir donde Carmen Steffens porque la vez pasada, cuando los conocí e hicimos un concurso para ustedes amables lectoras, vi un par de zapatos de lo más simpáticos y además, yo estaba con cámara en mano y así no más, las tiendas no siempre te dejan tomar fotos así que debía aprovechar la situación.

Acá les muestro lo que encontré y lo que más me gustó, que si pudiera compraría uno de cada uno, pero empecé al menos por esa suerte de botines/zapatos marrones que ves arriba, bien bonitos y por lo que me dice mi esposo, comodísimos. Abajo, unos mocasines de gamusa en beige que los veo bellos bellos con unos jeans bien claritos y tal vez una parka o un blazer de corduroy.

Abajo, el zapato formal por excelencia, el que tu chico necesita cada vez que tu vas de vestido largo (porque debes saber que los zapatos de hombre con hebilla son para momentos más casuales) o si tiene alguna cena o momento súper elegante, estos son.

Más, el maletín, necesario para todo los chicos guapos del sector corporativo.

Ahora pasamos a lo más divertido, que es la selección de zapatillas “de vestir” si es que algo así existe. Porque no son zapatillas deportivas, son para que que se las ponga con jeans o con khakis, y hay así, estas medio blancas que están de tooooda moda, como las hay también oscuras, desde negras, marrones y azules, en serio, como para que mi bien amado tenga uno de cada uno, pero vamos de par en par.

También encontré billeteras y correas, pero fueron los zapatos mis favoritos. Si quieres ver más sobre la marca -con varios looks de Chiara Ferragni de The Blonde Salad usándolos a cada rato- sólo haz click acá. Por mi lado, te los recomiendo al 100%.