Si sigues mi cuenta de Instagram o Facebook, sabes que ando dándole vueltas al tema de la nueva cabecera para la cama de Valentina, que mi baby ya no es tan baby, ya duerme en cama y duerme mil veces mejor de lo que dormía en su cuna!

Siento que es el fin de una etapa, son estas las señas que ella me da, diciéndome de que se va convirtiendo en una niñita y va dejando de ser una bebé. Se que con este fin se inicia una nueva etapa hermosa, llena de nuevas experiencias y emociones únicas como escucharla decir sus primera oraciones, responder mis preguntas e ir haciendo conversaciones!

Ella crece a una velocidad única y tengo la inmensa suerte de estar con ella todo los días de mi vida, en primera fila veo sus días, y bueno, mejor me dejo de estas cosas del corazón de madre y vamos al tema, a la cabecera de su cama.

Lo primero ha sido tener claro qué es lo que quiero, y quiero una cabecera acolchada. Claro, para llegar a esa conclusión no sólo tuve en cuenta factores como que Valentina duerme en posición horizontal respecto a la cabecera de su cama y que hoy me paso poniendo almohadones para que no se vaya de bruces contra la pared, si no que además ando viendo diseños y materiales.

He tenido que aterrizar mis ideas. Yo quería una hermosa cabecera color vainilla en capitoné, muy romántica y hermosa que vaya con el estilo de sus muebles. Primero me reuní con DecorClub que son unos tromes y te hacen la cabecera a un precio regio y con el diseño que tu quieras. Cuadradas, rectangulates, con capitoné, forradas, en fin, tu decides, ellos te ponen la tela que tu quieres entre lo que tienen en stock pero como yo tenía una idea muy puntual en mente (tela a rayas medianas con lila, gris o vainilla), me puse a buscar por otros sitios.

Viendo y viendo telas, me enamoré de un terciopelo a rayas blanco vainilla con lila, justo lo que quería, con el grosor de rayas preciso y un tono lila de locos, súper lindo en Decor Centro y cuando llegué con la idea feliz a la casa de mi mami, en una me bajó del coche diciéndome que claro, hasta que ella llegue con sus manos de helado, de chocolate, con sus manitas sucias del parque (mi hija tiene una afición especial por jugar con la tierra, el barro y sus derivados) o simplemente con sus manitas de tempera y zas, toda mi terciopelo hermoso y finísimo se iba al diablo.

Me dijo, sabia mi madre, que más allá de lo que yo quiera, busque una tela fácil de lavar y darle mantenimiento, así que seguí con la búsqueda.

Este fin de semana pasé por Hilarte. Al toque le dije a la señorita que -terca como la mula- quería una tela a rayas para cabecera de la cama de mi hija. Me dijo muy amable ella que no, que para cabeceras una tela hermosa no es lo más importante, si no que claro, que sea linda pero sobre todo lavable y de fácil mantenimiento. Complot entre mi madre e Hilarte.

Van dos contra uno, pero ya vi la tela que elegiré, la señorita de Hilarte me mostró una cuerina de esas a las que puedo pasarle trapido húmedo en caso de desgracia, que viene como con un repujado, con texturas y bordados, súper lindas y femeninas en verdad (la puedes ver acá), va a quedar una cabecera bella que espero mostrarte la próxima semana terminada!

Mientras, te doy una vuelta por mi proceso mental, a ver si te ayudo en algo o te doy ideas para cambiar la cabecera de tu cama, de tu baby o de quién quieras.

Arriba, me quedé fascinada con la idea de esa cabecera, armada por una moldura de madera (ando buscando molduras así para un librero, si alguien sabe dónde pase el dato por favor) con ganchos de donde se desprende una suerte de cojín rectangular con botones. ¿No es de lo más lindo que has visto?

Abajo, totalmente diferente, una cortina de estilo romántico, pintada de negro con una tela impresa con frases inspiradoras, hermosa idea.

La cabecera de mi cama cuando era niña, era así (era la cama del juego de dormitorio que ahora tiene Valentina), pero mi mami las regaló a un profe de matemáticas que teníamos y adiós cabecera. Era una de madera pintada al duco, y viendo esta, se me ocurre que pusi haber quedado bella bella con una intervención artística (bueno, nunca tanto), pero sí con un detalle de pintura que tu misma puedas hacer con un stencil.

Tal vez un poco más para adolecentes, esta cabecera de letras es un hit!

Volviendo al tono de las niñas, me gusta mucho cómo han adaptado este escritorio a cabecera, aunque no se qué tan práctico sea en realidad.

Este es el modelo que le voy a hacer a Valentina, exactamente así.

Pero mira, que si te gustan las acolchadas, siempre puedes bordarle cosas que hablen de ti, de lo que te gusta, o en este caso de lo que le gusta a tu hij@, algo que los inspire y les encante siempre.

Y claro, siempre puedes hacerlo así, como de princesa, con una hermosa cabecera blanca de capitoné y para rematar, con cortinas doradas a los lados! (de paso, en Hilarte encontré el stock más grande papel tapiz a rayas, se mueren con las bellezas que hay, horizontales, verticales, delgadas medianas y gruesas, de todos los colores, un paraíso de rayas en verdad).

Y sólo por si acaso, mira esta cama camarote con cabecera de capitoné y araña de vidrio y muebles de espejo que son full tendencia y en este post te lo conté hace pufff, un montón de tiempo, no es lo más lindo que hay? Eso sí, no se cuánto duraría así de pulcro e impecable pero soñar, no cuesta nada.

Más ideas, en mi Pinterest.

¿Te gustó alguna? ¿Cuál harías?

Un beso grande y ¡¡¡buen inicio de semana para todos!!!