Desde Urubamba con amor, descubrí una nueva, pequeña y muy talentosa empresa de dos chicas que se dedican a darle vida propia a cerámicas, macetas y mis favoritos, los Toritos de Pucará. Se llaman Las Suculentas y la idea me encanta.
Ellas toman las cerámicas que venden los artesanos “en crudo” para tratarlas y a base de puro pulso les agregan color, vida y hacerlas únicas (y es que de antemano debo decirte que, no hay dos iguales). Pero creo que lo que más me gusta no es sólo las macetas que te pueden vender con la plantita, que bonita es no te voy a decir que no, si no el uso que se le puede dar a estos elementos decorativos me parece infinito con o sin plantita.
Me encantan como elementos para darle a cualquier ambiente ese mix and match de estilos que tanto nos gusta, aportando colores, diseño y texturas. La idea de colocarlos en la sala, por ejemplo, en un librero, en una terraza o un balcón pequeño o hasta en el dormitorio, incluso para el área de juego de los chicos.
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