La semana pasada se llevó a cabo el desfile de la diseñadora Rosario de Armenteras. La producción estuvo buena, el maquillaje a cargo de Natura -me gustó que sea tan cargado, como un golpe de drama a vestidos tan románticos? elegantes? furinfunflais?, no lo se aún.

El peinado no se bien a cargo de quien estuvo, pero fueron unos moños postizos y asimétricos, un poco extraños la verdad, no solo por cómo se veían si no porque aparentemente no pensaron en los colores de pelo de las modelos elegidas y algunas pelirrojas tenían el “armado” de color negro, y comprenderás que pues…se veía extraño. De todas maneras, aplaudo el atrevimiento y las ganas de hacer algo nuevo y diferente, eso siempre es válido.

Aquí unas fotitos de las modelos (sí! Adriana Seminario desfiló también) con sus maquillajes y peinados para que se hagan una idea.

En cuanto al desfile en si, este fue un mar de vestidos cortos y largos enmarcados por una orquesta de música clásica. Y aquí un primer punto de opinión: Creo (y esta no es más que mi humilde opinión ante la experiencia que voy recogiendo de desfiles y Fashion Weeks) que cuando un desfile es monótono en su temática -solo vestidos- y la pasarela en larga como fue en este caso, la cosa debe fluir con mayor rapidez, teniendo en cuenta que la música también es lenta. No habían más de dos o tres modelos por salida a las que además se les pedía ser teatrales, todas posaban en distintos ángulos sus vestidos, entonces siento que hubiera sido mejor si teníamos a unas cuatro o hasta cinco modelos por vez: Una que termina el recorrido, una encaminándose a terminar, otra en la cumbre de la pasarela y otra que recién empieza, así se agiliza le spectaculo y para mi se vuelve mágico ¡nada me gusta más que ver una pasarela con varias modelos por vez!, nadie bosteza y el show se vuelve más ligero.

Volviendo al desfile, como les decía, hubieron salidas de cortos y largos. Otra cosa que me sorprendió -bastante- fue ver tantos modelos repetidos de años anteriores. No se si es porque los diseños no se venden, porque hay un encamotamiento -o sea, que el diseñador le agarra camote a sus vestidos y los hace tal cual una y otra vez-, porque el trabajo creativo no es fluido o qué se yo, pero fueron varios los modelos que se repetían de PerúModa pasados y de trabajos anteriores de la diseñadora. Felizmente yo no pagué, porque creo que no me hubiera gustado pagar para ver algo algo repetido, aunque al final era un desfile a beneficio así que tal vez no deberíamos criticar eso…pero porque es a beneficio podemos repetir diseños??? No lo se, acá cada quien que se forma su propia opinión.

Lo cierto es que me hubiera gustado ver un nuevo lado de la diseñadora. Ahora, tengo que decir en voz alta que el manejo de volumen y formas estuvo muy bueno. Creo que ese es el fuerte de Rosario. Crear volumen y tridimencionalidad en sus diseños mientras que mantiene el balance y favorece la silueta de la mujer. Realmente, habían vestidos monumentales pero sumamente estilizados.

Lo mismo vimos en los largos, donde las colas de los vestidos y las espaldas (amplias y sexies) fueron las protagonistas. Se ve que cada vestido conlleva diseño y especialmente mucho trabajo manual.

Pero hay que prestarle un poco de atención al detalle y editar las salidas -o sea, no todo lo que tenemos al frente tie-ne-que-sa-lir a la pasarela. Por ejemplo, teníamos este vestido de cocktail súper lindo, pero le pusieron una cola por debajo de la basta que no tenía nada que ver, se arrugado y mal cosido.

O este otro donde el primer globo de la falda no tapaba el forro. Este también debió quedarse en casa.

Aunque no tuvimos dónde sentarnos y tuvimos que usurpar los asientos de la Municipalidad de Lima (ja!), aunque el desfile se nos hizo un poco pesado y yo particularmente me sorprendí ante los repetidos de la noche -lo cual, dejo a criterio de cada uno, ¿al ser un desfile a beneficio, los diseñadores pueden repetir modelos o deberían esforzarse por hacer cosas nuevas?- Anny, Milagros y finalmente Adriana pasamos un buen rato, donde lo mejor fue terminar el desfile y correr al KFC a comerrrrrrrrrrr, pero claro, Adriana modelo regia que es no comió, lo entendemos, la chica tiene un mes cargado de desfile y esa es su chamba, cuidarse, pero igual y como siempre, la pasamos genial.

Lo que no puedo quitarme de la cabeza es la fea sensación que me deja ver una colección y no quedar maravillada. Amo tanto la moda y espero tanto de ella, que siempre quiero terminar deslumbrada. ¿Mi error? Puede ser. Sin embargo, creo que con toooodo el esfuerzo que se pone en una producción como esta -desde los organizadores hasta los asistentes, que colaboran, se arreglan y producen y van al centro de Lima en hora punta-, todos queremos salir y decir wow, lo quiero todo. Próximamente, eso espero.

Publicado por Serendipity a las 10:31 | 8 Dimes y Dirés »