Para mi el Lima Fashion Week arrancó con el desfile de Ana María Guiulfo. Antes de entrar a detalles, les quiero decir que ando como loca, que están ocurriendo muchas cosas que no puedo esperar a contarles la próxima semana y que por eso no he podido dedicarme a este Fashion Week como Dios manda. Sin embargo, eso no quiere decir que no vamos a revisar los principales desfiles y comentarlos.

Por otro lado, este primer Fashion Week ha traído muchísimos cambios que tiene al público y a la prensa medio Coca-Cola, la gente ha estado un poco confundida sobre el sistema que no es que sea complejo (en los principales desfiles del mundo, cuando recibes tu invitación de forma física o virtual debes chequearte al ingreso para que te asignen la zona donde te sentarás), siempre se manejan más de dos salas de desfiles para agilizar el proceso, sin embargo, entre las terribles tardanzas de los shows (más de una hora en algunos casos), la sobre entrega de entradas, el poco espacio para la prensa (tienen un zona para 50 personas cuando son 250), la falta de costumbre del público que no suele acudir a estos eventos más las grandes expectativas de este este año, hace que lamentablemente las cosas no fluyan como deben.

Esperemos que esta primera vez de la producción (y no digo que sea la primera vez que hacen un desfile, pero creo que sí es la primera vez que realizan algo de esta magnitud) sirva como aprendizaje para que todo lo bueno de este año se mantenga, y todo lo que resultó caótico se corrija en las próximas ediciones.

Dicho esto, vamos con el primer desfile de la noche, el de Ana María Guiulfo. El show como tal estuvo absolutamente a la altura. La música, las salidas en orden, un concepto claro tras cada look: Los 40’s, 50’s y 60’s fueron el punto de partida. Los distintos tipos de chaquetas fueron el eje de la colección: Desde chaquetas cortas de cuero, hasta abrigos largos y trench coat. Muchísimas texturas, colores y estampados, con el marrón que se me hace como color de fondo salpicado de amarillos intensos, verdes y azules.

Fue maravilloso ver en pasarela todas esas cosas que vemos en desfiles de Paris o Milán, pero a la vez eso es señores un arma de doble filo. Cuando pones en escena el cuero al estilo Celine, las camisas con lazos como las de Chloé, vestidos y abrigos inspirados en los años 40’s como los de Louis Vuitton, el New Look de Dior, el color blocking de Gucci, los brocados de Prada, maxi cinturones de Mac Jacobs, etc, etc, tienes justamente eso, un resumen de pasarelas donde la identidad de un diseñador se pierde con el concepto de una marca comercial. Es decir, este pudo haber sido un maravilloso desfile de MNG por ejemplo, que siempre nos trae un resumen de las grandes ligas, pero creo que la huella personal de la diseñadora se perdió entre tanta tendencia.

Acá les resumo las marcadas influencias que vimos en pasarela en el mismo orden que se los cuento arriba.

Con esta amplia síntesis de las tendencias, vimos una súper amplia propuesta, con looks de día y de noche, en los que vamos a ver shorts, bermudas, muchísimos vestidos, sastres y los protagonistas de la noche: Los abrigos. Acá unas cuentas fotitos más. No faltaron los lunares que se vienen a mil por hora y el mix de gris+marrón, que tanto hemos visto en este blog.

Ahora solo queda esperar a que esta colección no quede en la pasarela si no que se traduzca a una gestión comercial, en la que podamos efectivamente ir a una tienda y encontrar estas piezas listas para ser compradas por todos (y si hay tallas y no solo talla-modelo pues muchísimo mejor) porque si algo creo, es que la colección tiene muchísimo potencial para convertirse en una de las más solicitadas por todos los que amamos la moda.

Fotos:

De Atelierblog.com

Y de Frank Alva (99 404*5034 / 99 733 4828) para el Diario de Pink Chick.