Atrás quedaron los tiempos en los que chapaba mi carro y me iba a Punta Rocas a broncearme panza arriba y despreocupada de la vida. Atrás, porque si antes se usaba estar achicharrada y pelarse la piel como naranja al tiempo era un gracia -tenía amigas que me decían mira cómo me estoy pelando! y juácate se jalaban el pellejo-, ahora no salgo de mi espanto y se me hace casi casi un terrible auto sabotaje para la salud.

Gracias a Dios ahora hay mucho más conciencia (y daño) sobre lo peligroso que puede ser el sol si no tomamos las medidas del caso, y te paso un dato: El 99% de nuestras arrugas son causadas por daños solares y tan sólo -agárrate- el 1% por envejecimiento. Puedes creerlo? Cuando leí esto me quedé mudita.

Atrás quedaron también los tiempos en que Hawaiian Tropic era sinónimo de aceite mega bronceador. Y es que casi podía freír un huevo en mi panza con las barbaridades que hacía. Ahora, gracias al cielo!, nos llega la línea completa, Hawaiian Tropic para niños y bebés hasta para las pieles más blancas o morochas, para protegerte como la mejor o para un bronceado sano.

Para todos y para todo. las presentaciones van desde en spray (rico porque la piel lo absorbe al toque y lo aplicas rapidísimo), cremas y aceites (ojo que no más aceites achicharradores, estos nuevos son regios y saludables). Hay líneas para bebés, para niños, para las que hacen deporte bajo el sol así como para las que aman un bronceado perfecto, como yo que incluye una línea para después del sol, que refresca y ayuda a prolongar el bronceado.