Este es en realidad, un post de infinito agradecimiento.

Desde hace muchos años que trabajo en moda y la verdad es que nunca ,nunca, nunca me había planteado si quiera la remota posibilidad de tener una marca de ropa, de diseñar, vender ni nada de eso. Amo la moda y amo todo lo que hay tras ella pero hasta ahí llegaba mi trabajo en ella. Sentía que no podía ser juez y parte, que no tenía la autoridad para hacerlo y posiblemente siga siendo así. Tampoco tenía el tiempo. Pero lo que sí que sentía era una gran necesidad.

He crecido en vestidos y faldas, apenas en mi vida había tenido unos tres o cuatro jeans, sí, cuando los leggings volvieron a nuestras vidas unos años atrás, me hice de un par y siempre me han gustado mucho pero en el fondo, siempre he sido y seré un chica de faldas y vestidos. Eso cambió dramáticamente desde que tuve a Valentina dos años atrás. Caí en la rutina de que la vida es más práctica en jeans, strech por favor y de tiro alto para que no se me vea el alma cuando me agache. Y con polos largos para que no se me vea el rollo cuando cargo a Valentina apoyada sobre mi cadera. Empecé a hacerme de un clóset que por reducido que sea, estaba muy lejos de quién siempre he sido. Me perdí y tuve que aprender a volver a ser yo.

Así que me vi, y vi a mis amigas (muchas tuvimos babies casi casi al mismo tiempo) en la necesidad de tener algo más, un plan B, alguna alternativa a lo de siempre pero que igual nos funcione en términos de comodidad, practicidad y que por amor al cielo, no sean pantalones.

Pero claro, nunca tuve el tiempo. Además, no sé hacer moldes, no conozco dónde comprar telas, ni qué telas funcionan, ni de cierres, botones, etiquetas, bolsas, hangtags, logos y tooooodo lo que implica poner en marcha algo así, así que siempre le huí a la idea se hacer algo propio. Un buen día como les conté en otro post, hablaba con mi amiga Dori sobre las ganas de tener alternativas diferentes, a prueba de manitas sucias, de caritas embarradas, de arrodilladas y sentadas, de juegos y de momentos lindos con nuestros hijos. Y decidimos ponernos manos a la obra.

No llegamos muy lejos (entre que una tenía pediatra la otra reuniones y era la de nunca terminar, mejor dicho, la de nunca empezar) hasta que Sebastián, a quién conozco hace un buen tiempo me presentó su empresa, Metodika, dedicada justamente a salvar almas como la mía, como la de Dori y yo, en realidad.

Sebastian, es un joven diseñador egresado de Mod’Art (trabajó con Gerardo Privat, de ahí nos conocemos) y un buen día (un regio día para mi), se unió a Giselle Chirinos, economista graduada de la Universidad del Pacífico, estudió ademásl Global Fashion Management también en la UP para luego especializarse en Fashion Business and Brand Management en el Instituto Marangoni. El sueño de muchas, oh sí.

Metodika se dedica a brindar asesorías completas en el rubro textil. Son el nexo (o como yo les digo, las manos) capaces de planear, ejecutar, realizar, aconsejar, ir, venir y volver maximizando tiempos y capacidades para sacar adelante el proyecto que necesites.

Ellos nos ayudaron a aclarar nuestras ideas (que son muchas,en cada reunión los pobres escuchan de nuestras malas noches mientras que decidimos telas y cortes) y unirlas a nuestras necesidades (yo por ejemplo quiero tener otro bebé pero pasar por un año de lactancia a punta de camisas y bvd’s es impensable, así que necesito tener vestidos lindos para mamis que dan de lactar pronto, para tenerlos a la mano cuando los vuelva a necesitar).

Ellos nos ayudaron a analizar la situación actual de ese mercado al que queremos llegar, plantearnos objetivos y un plan de acción. Nos asesoraron con la identidad de la marca (aunque nuestra marca Seasons of Love, o S.O.L probablemente la comprenda mejor una mami, que pasa por todas esas etapas de amor indescriptible que sienten desde que se enteran que están embarazadas, hasta que se ven con panza, cuando tienen al bebé en brazos, el primer diente, el primer paso….en fin, cada etapa es una etapa de amor, de ahí el nombre Seasons of Love pero si aún no estás en esa etapa si no que quieres vestidos cómodos por que sí, acá nos tienes), además, están en la capacidad de comunicar y difundir la marca, estructurar la colección (ayyyy cómo nos costó eso!, estructura señores, estructura) y todo lo demás.

Metodika trabaja tanto con diseñadores que necesiten asesoría en el manejo y organización de su empresa, como con personas como nosotras, que no somos diseñares pero que adoramos la moda y teníamos una idea bastante clara de que queríamos hacer algo, pero no sabíamos cómo.

Si estás en la mismas que nosotras, te lo digo, no dudes en contactarlos, ya sea para una asesoría café en mano, o para algo más -como dejar que hagan todo realidad.

El correo de Giselle es gchirinos@grupometodika.com y el de Sebastián es snovoa@grupometodika.com.

Si quieres más información sobre Metodika, solo haz click acá.

Personalmente, me siento en un gran momento. He logrado balancear mi vida personal con mi trabajo, me he hecho el tiempo y la rutina de hacer deporte, comer sano, y sí, ahora tengo además una marca de vestidos para jugar. Más feliz, imposible.

Si yo puedo, tu también puedes, deja de soñar y haz de eso una realidad, te juro que no te vas a arrepentir.

Gracias chicos, gracias miles y desde ya les digo que este no es más que el inicio de todo lo que podemos hacer juntos.