
Simplemente amo, amo esto del layerig con los vestidos porque alarga la vida de estos, llevándolos del verano al otoño y si el estampado lo permite, incluso al invierno.
Además, cuando juegas con esta idea puedes llevar un vestido que te sonaría demasiado escotado, a la oficina, solamente colocando una cafarena o una camisa blanca por debajo.
Veamos, arriba, en la pasarela de TopShop vimos este vestido de día, como le llaman a veces “vestido de té”, muy inspirado en la década de los 40’s traído al 2017 haciendo que este vestido primaveral -e imposible de llevar por alguien de copa B con ese escote que llega hasta el ombligo- esté sumamente vigente en el otoño.
Abajo, bien a lo Familia Ingalls, una cafarena blanca va debajo del vestido floreado de manga corta PERO, el asunto está en los accesorios para darle ligereza y actualidad. Amé los zapatos y la cartera, lindo
Basicaso y súper como para la chamba. Este vestido que definitivamente mostraría mucha escote en una situación normal, se vuelve apropiado para la oficina con este polo de cuello alto y mangas cortas. Amé que todo se mantenga dentro de una paleta monocromática y que dejen destacad así los zapatos.
¿Más? Encima del vestido + cafarena agrega un blazer (y muestra un poco de piel en las piernas para balancear la cantidad de tela que hay arriba)
¿Y qué pasa si el escote está por abajo? Me pasa, tengo varios vestidos de mi mami y uno que heredé de mi abue que son bellos, pero el último botón no tapa tanto y sin viene un vientecito…simplemente lo pierdo todo. Así que si el escote es por abajo, unos jeans son la solución.
¿Qué dices?