Hace unos meses me presentaron a Valerie, la creadora de Imelda de Val, una marca de joyas que se caracteriza por sus diamantes y por sus hermosos anillos de compromiso. Pero probablemente lo más me gustó es la familiaridad de Valerie para atenderte.

Lejos de la imagen que tenía de los joyeros viejos que visitaba mi mamá en la Av. La Paz en Miraflores, Valerie es una chica como tu o como yo con una gran pasión por las joyas y con muchísimo conocimiento aprendido desde pequeña, así que me inspiró full confianza. La idea inicial al visitarla fue arreglar algunas joyitas que tengo como una pulsera súper antigua que mi abue mie regaló cuando cumplí 25 y que estaba súper gastada, necesitaba cambiar el broche, reforzar las uniones y una buena limpieza. Además tenía unas argollitas de oro regalo de mi mami cuando cumplí 18 y mi pulsera de bautizo, esas clásicas esclavas con tu nombre inscrito que ya estaba súper gastada, a penas se leía mi nombre y la cadenita se me anda rompiendo.

Lo que yo buscaba era alguien full confianza a quien yo le pueda entregar estas piezas que significan tanto para mi así como algunos salditos que tenía por ahí (un arete que se quedó sin par, los brochecitos de algún arete que perdí, una V que tenía de chiquilla y que hacía muchos años no usaba). Quería que usen estas cositas estas cositaspara arreglar mis joyitas, pero que las usen a conciencia, o sea, que me den un buen valor por el oro y que lo usen arreglando mis propias cosas. Y como son cosas muy mías, tenía que ser alguien muy honesto y de confianza para entregarle estas reliquias personales, que puede que no valgan millones, pero son muy mías y para mí lo valen todo.

En el camino, le conté a Val que siempre quise hacerme unas argollas gemelas para Valentina y para mi pero por una razón u otra, no sabía con quién hacerlas, me salían carísimas o me aceptaban mis dos o tres cositas como parte de ellas. El día que fui llevando mis cosas aproveché de ir con Valentina (tarde de chicas!) y la verdad es que Val se sentó con ella, empezaron a conversar y con muchísima paciencia y cariño ambas empezaron a diseñar su pulsera soñada (que como verás en las fotos, va con una mariposa) y yo pues me colgué del diseño y mandé hacer una idéntica para mi.

El proceso fue súper lindo, cada vez que íbamos a su taller para ver las cosas Valentina sacaba todo, se lo probaba y oh mi Dios, ¡esta chica sí que tiene gustos caros! jajajajaja, pero lo mejor fue el resultado, tenemos unas hermosas pulseras que nos van a durar toda la vida.Se las recomiendo full, ya sea que quieran hacerse algo nuevo para ustedes o para alguien especial, Val es muy muy capa, de mi entera confianza y tiene cosas hermosas. Les dejo acá el link de su página Imelda de Val donde además verán un video que grabamos con ella y Valentina y donde les mostramos más detalles de las cositas que nos mandamos a hacer y arreglar. ¡Gracias Valerie por esta oportunidad!