
Hace unos días pensaba que, si bien me tomé mi tiempo, he logrado tener una casa que me encanta, con muebles que significan mucho para mi y para mi familia, así como con detalles que hablan de mi esposo, de mi hija y de mi misma.
Más allá de muebles como un juego de sala o un comedor, la casa está llena de cositas (y llena total porque con dos hijos, la sala es el family room, el cuarto de juegos, zona de trabajo y más…) pero esos días en que todo está ordenado (porque los hay, sí los hay!) todo se ve no solamente lindo, si no que puedes encontrarnos en cada rincón.
Me encanta que la guitarra de mi esposo esté presente, así como me encanta esa escalera-repisa (que ahorita voy a pintar de blanco) con libros de moda, del Señor de los anillos, de Star Wars y una bailarina de porcelana que heredé de mi abuela (y es que las bailarinas son mi pasión).
Ahí están también estos Toritos de Pucará (de esos que venden en artesanías) y que es un arranque pinté de negro (todo lo pinto, todo, ja!) junto a un cofrecito que también heredé de mi abuela.
Me encanta nuestra “Gallery wall” que armamos con nuestras fotos, unos cuadros, objetos y los trabajos del nido de Valentina.
Con estas “mariposas de amor” que me regalaron José Simón y Valentina por mi cumple.
Y este cuadro que completamos con las mini polaroids que hemos ido juntando con los años, como verán, estamos un poco obsesionados con tomar fotos, por ahí hasta tenemos una colección con las que Valentina ha tomado y creo que en una era donde todo es digital y qu para ver fotos debes abrir tu compu o sacar tu celular, tener álbumes como se usaban antes y al alcance de la vista va a ayudar muchos a tener los recuerdos siempre, siempre presentes.
Tres corazones, un poco más de Marcelo Wong en mi casa (que se nota que somos fans )
Mis bailiarinas junto al trabajo de Gerardo Larrea y una foto de mi matri.
Y un jarroncito estilo vintage que va sobre el aparador del comedor, otro detalle más que refleja lo mucho que me gustan estas cosas (y un libro de cocktails, justo como a mi esposo oso le gusta)
Nuestra colección de fotos sigue creciendo y por otro lado, si bien nunca hemos salido “a comprar adornos como tal”, hemos ido haciéndonos de cosas, de regalos y de detalles que de una forma u otra logramos hacer que calcen dentro de lo que nos gusta y cómo nos gusta.
Lo importante es que la casa hable de ti, que no sea perfecta como salida de catálogo y aunque a veces me gustaría que el orden de mantenga (si les muestro una foto de mi sala post-fin de semana se mueren del infarto) y que las paredes estén siempre como recién pintadas, me queda siempre en el alma la tranquilidad de saber que esta es una casa que se vive y se goza, y que con un poco de reglas en el camino, esta es una casa que amamos.