El tema es este: En las mañanas vuelo, entre que cambios pañales, doy la teta, pongo a Sebastian a dormir otra vez, levanto a Valentina y la alisto para ir al nido con su sesión de peinado rigurosa para evitar nudos indeseados, y debo yo estar medianamente decente cuando menos, para llevarla, y no parecer que salí en pijamas a la calle.

En esa escena, los cardigans se han vuelto parte fundamental de mi look de madre -lactancia friendly pero hay veces en que no simplemente no puedo evitar sentirme como un ama de casa desesperada con ese de chompita muy del 2007.

¿Pues qué hacer? Llevar los cardigans a la 2016, así que me puse a investigar. Primero lo primero, los cardigans en clave maxi están de moda señoras mías, se llevan y se usan en tonos neutros como pieza fundamental de un look todo terreno. Noté que para darle ese feeling vigente, el truco está en dejar los tobillos al aire (sí, sé que estamos en pleno invierno pero si los reemplazas por botines cortos, creo que podemos lograr algo simila), te decía, dejar al menos un dedito de tobillo al descubierto(qué frío, lo sé) para que se vea recontra vigente.

Otro gran truco maestro para actualizar el look de mamá 2016 está en llevar zapatillas blancas. ¡Bingo!, que no sólo forman parte del look urbano de las veinteañeras si no que, en un estilismo como el que verás a continuación, funciona perfecto también para el día a día de todas las mujeres.

Pero repasemos las fotos que tengo hoy. Las primeras hablan de un cardigan negro y largo y la propuesta pasa desde un look muy urbano y otros más relajados como abajo, con una cafarena blanca y jeans de boca ancha y zapatos a elegir. Ahora, se trata de compensar y si no ves tobillos, ves un poco de puños.

Este podría funcionarte muy bien para la noche.

Ok, este no es un cardigan largo pero refleja a la perfección lo que te decía: Completalo con un tshirt (yo agrego una bufanda al cuello), jeans y zapatillas blancas (con esas medias cortas queda perfecto).

Amo la opción de los pantalones de boca ancha tanto como la de los bootcut y particularmente me gusta esta idea de un pantalón (no jean), con tu buen cardigan y tus zapatillas blancas (es interesante ver cómo han pasado a reemplazar los botines, no?)

Ok, nunca con un jean tan corto porque ahí sí qué frío (además de parecer de medio metro) pero la idea me encanta.

Lo mismo en este look, yo agrego algo al cuello y rebajo tantito el largo del pantalón como quien deja ver a penitas un centímetro de tobillo, pero la idea sigue siendo esta.Parece casi una fórmula matemática y la llevará la que se sienta cómoda con ella. Yo por mi lado, me entrego a la magia de las zapatillas blancas y las ando disfrutando más que otros inviernos, es como si por fin me hallara con ellas, como que encontré una receta para llevarlas en mi día a día. Y de eso se trata, de disfrutar de nuestra ropa, de lo que nos ponemos y de cómo nos lo ponemos, así sea para salir a la esquina. Oh sí.