Hoy almorcé con mi querida Laura en el Café Café de LarcoMar. La verdad es que desde que regresó de Islandia, mi amiga del vestido de las 3,000 formas y yo nos hemos vuelto más amigas. Cuántas cosas en común, no??? Empezando por el hecho de que estamos rodeadas de gente que en su mayoría son menores que nosotras -el circulo “fashion” en el que nos desenvolvemos no llega ni a los 30’s mientras que nosotras estamos felices en los 31.
Así que pasando por los jeans bien cuetes de Jessica Colors, nuestras zapatillas Reebok con pasadores de colores, los flequillos batidos, los bodys, cientos de pulseras delgaditas a todo color, las fotos que sí se revelaban, los zapatos Bass, ir a la universidad en buzo y con zapatos Bass, las camisas a cuadros que se amarraban a las caderas y los jeans nevados. Hasta llegar a The Edge, Keops de vez en cuando, el Grill de la Costa Verde y el balde del Grill, la música, los perfumes de Benetton, el Sun In que te dejaba el pelo cucaracha. Si estábamos rebeldes era ir al MediRock, de hecho a Sargento y a La Noche.

Nada de esto lo hacíamos juntas, pero lo hicimos todo, y eso es lo gracioso, nos acordamos de lo mismo, somos de “la misma generación”. Por ende, escucharnos conversar, matarnos de risa, seguir conversando, empezar un tema y terminar en …whatever, a qué iba??? No sé, pero te sigo contando, en qué me quedé??? De verdad que es una cosa de locos y que puede resultar un poco insufrible para el que no lo entienda.

Pero este post no es para recordar esas cosas. No. Este post es para…may! No se para que es este post…jajaja, seguro que no es esto lo que esperabas leer, pero supongo que hoy las dos estábamos particularmente nostálgicas, lo culpo al SPM y a la navidad.

Porque pese a toda la felicidad que tengo por comprar regalos, por tener a bebé Andreas acá en Lima (siiií, bebé Andreas está acá!!!), por todos los planes a futuro que en verdad me dan miedo planear, sumado al ajetreo propio de fin de año, no se como hace el alma pero siempre tiene un gran espacio vacío donde cabe a la perfección una inmensa nostalgia. Más SPM??? Así es diciembre??? No lo sé.

Lo único que sé, y de lo que sí quiero escribir, es de que se acaba el año, un año más que se va. Y aunque créanme cuando les digo que no quiero mirar atrás, supongo que por mi propia vida -que como la de todos ha tenido siempre miles de complicaciones- me resulta inevitable hacerlo. Miro atrás. Miro 3 años atrás.

Me acuerdo como hace 3 años para esta época, tenía apenas 2 meses de operada y la confirmación de que el tumor que faltaba ser operado había desaparecido. Era una alegría total. Pero a la vez, para esta época me decían que la empresa para la que había estado trabajando estaba quebrada y tenía una incertidumbre en el alma que me mataba. Un desasosiego, unas ganas de desaparecer, de empezar de cero, de no empezar nada, de seguir adelante, de quedarme ahí…de escapar y no volver a empezar, y volver a escapar. Y fue eso lo que hice.

Hace 3 años para esta época me reuní con mi neurólogo y me aseguró que podía viajar, pese a que mi mami estaba convencida de que mi cabeza podía explotar o algo así por la presión de un avión, él me decía que sí podía hacerlo, así que chapé mi liquidación y me fui a Panamá. Me fui por 3 semanas con la seguridad de que, era probable que me quede más tiempo. Necesitaba irme, irme lejos y escapar no sólo de los cuidados médicos, si no irme de mi misma, estar en algún lugar donde nadie me conociera ni me preguntara ¿qué te pasó?. Algo difícil porque tenía media cabeza rapada -o en proceso de crecimiento de pelo- por lo que las preguntas me resultarían inevitables esté donde esté, pero igual, quería desaparecer.

Mi huída no duró mucho, de hecho duró menos de lo que esperaba porque mi abue tuvo un accidente horrible y corrí, mejor dicho, y volé para estar con ella. Así que cuando menos me di cuenta, estaba de regreso en un avión y no paraba de llorar, la verdad es que pobre el señor que estaba sentado a mi lado.

Estaba de regreso a Lima, pero de regreso a qué??? Tenía amnesia, no tenía trabajo, era mediados de Enero y mis amigas alquilaban casa de playa así que casi no las iba a ver, aún no me daban oficialmente de alta, sabía que lo primero era hacerme otra horrorosa resonancia a la cabeza -que detestaba y detestaré toda mi vida-, pero, y que más???
Regresar a repartir curriculums??? Regresar a encontrar una chamba??? Que michi iba a encontrar si yo no me encontraba a mi??? Me negaba a todo y a todos. No quería nada. No quería ver a nadie. Hasta el psiquiatra que me veía meses antes me llamaba para continuar mi terapia y yo no quería verlo. Y es que lo que buscaba, que era a mi misma, no estaba en su consultorio ni en esa silla, menos en un avión, en ofertas de trabajo, ni en mis amigos y aunque quisiera, tampoco estaba en mi familia.

Tenía que empezar por mi. El gran problema era que yo no me gustaba, yo no me quería, no me gustaba la persona que era, lo que veía en el espejo, depresiva, descontenta, workoholic hasta la vela. Acostumbrada a ver la vida pasar, a no ser la protagonista de mi propia historia, sólo una espectadora, una simple espectadora.

Y tenía miedo. No sabía por donde empezar, o sea, no es que una venga con manual de instrucciones ni mucho menos. Imagínate??? Brincos diera si así fuera, y sería el fin de la psicoterapia también. Pero me moría de miedo. Sabía que no quería volver, tenía todo un nuevo año por delante y solo dependía de mí que ese 2007 fuera distinto. PA-NI-CO.

Empecé un blog (este) …y el resto es historia. Es mi historia. MI HISTORIA (con cara de MI HIJO, ja!). Y nadie me la puede quitar, y no la puedo cambiar, ni lo quiero hacer tampoco. Cada paso, por bueno o malo es mío y estoy acá. Y se me viene otro año nuevo, y siento que desde el 2007 hasta este 2009 hice todo lo que tenía que hacer. Misión cumplida. Me encontré. Me acepté. Aprendí a quererme. Me enamoré. Perdí la cabeza maaal. En el medio de esto volví a caer mucho y muy hasta el fondo, pero poco a poco me levanté. Pero en el camino siento que me perdí un poco de mi misma, siento que en este juego que es la vida, he logrado mucho, pero también me ha costado mucho y el precio ha sido muy alto, más de lo que imaginaba, y me obligué a dejar un poco mi esencia.
Aprendí a vivir y disfrutar el presente. Aprendí a salir adelante. Lo que ves es lo que hay, lo que hay es lo que tienes. Y dejé de soñar, dejé de planear. Será por eso de que de cierta forma dejé un poco esta sección y se me hizo más fácil hablarles de moda que hablarles de mi???.
No voy a treparme a un avión para buscar esas ilusiones esta vez. Tampoco voy a abrir otro blog. Solamente voy a perder el miedo.

Eeeeeen fin. Lau dejó esta canción en su perfil y la verdad es que creo que a todos nos viene de alguna forma regio. De cierta manera nos toca a todos…y si no te toca, puedes disfruta de los Drags que bien regios están.
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