Hace aproximadamente un año, o más probablemente, le compramos a Valentina esas bicis sin pedales como para que se vaya familiarizando con el tema, todo perfecto hasta hace un par de semanas en la que ella cayó en cuenta que su bici -oh sorpresa- ¡no tiene pedales mamá!

Ya tiene dominado el scooter también así que por las últimas semanas ha estado pidiendo y pidiendo una bici con pedales (aún no se da cuenta de las rueditas laterales), cada vez que veía a un niño con una volteaba desesperada a pedir la suya, que ella ya está grande, que quiere una bici con pedales como la de todos. Y salimos en la búsqueda.

Buscamos por las tiendas por departamento y finalmente encontramos esta linda de Monark Minnie (solo la vimos en la tienda principal de Libertadores 171 San Isidro) que tiene una canasta para sus cosas (aka lentes de sol, agua, guantes como los de Elsa, etc…) y una sillita atrás para un invitado, además viene con casco morado y sabes qué, ya había visto en las películas las caras de ilusión de ponen los niños cuando sus papás les regalan su primera bici de verdad con todo y un lazo gigante, pero no podía medir, bajo ninguna escala imaginativa mental, la carita de alegría, de fascinación, de entusiasmo por comerse el mundo que tuvo Valentina con la suya.

Es como que ahora se siente grande, sabe que puede pedalear y que lo hace muy muy rápido y que me gana cuando voy trotando a su lado (como ayer en el parque), lleva a su muñeca de paseo como mamá la lleva a ella, es una cosa loca poder ser testigo de ella a cada paso, somos muy, pero muy afortunados. mostbet peru sitio de apuestas