El arte de no hacer nada

Escrito por: Vanessa
DIY Christmas Card

Mi esposo oso ha salido de vacaciones, y si bien, lo confieso, yo he bajado un poco la marcha en algunos temas de trabajo, no he hecho más que reemplazarlos por las locuras y apuros de fiestas, por mis sobrinos que ya llegaron a Lima, por una perrita a la que estamos dando hogar momentáneo, postres que andamos preparando en casa, tarjetas navideñas hechas por nosotras mismas, y quién sabe cuánta cosa más, porque si de algo soy más que capaz en esta vida, es de mantenerme ocupada haciendo solo Dios sabe qué.

Y ese es el meollo del asunto.

El otro día salía de la casa por un par de horas y José se quedaba solo, así que le dije que por qué no aprovechaba que se quedaba solo un par de horas y que estaba de vacas -por lo que no iba a hacer nada- para avanzar en hacer la lista de compras navideñas que estaba pendiente.

Y me dijo que no. No, no, no la voy a hacer. No. ¿Sabes por qué no? Porque tengo la oportunidad, la fantástica oportunidad, la UNICA oportunidad en muchos meses de no hacer nada de nada. Y eso quiero hacer, nada. Porque yo sí sé lo que es querer hacer nada y no poder porque simplemente todo el día TENGO cosas que hacer, así que si hoy se me presenta la oportunidad de no hacer nada, aunque sea por un par de horas, pues nada voy a hacer.

Mudita me quedé.

Luego, a mi regreso, conversamos un poco sobre eso, sobre mi obsesión por hacer algo siempre, por mantenerme ocupada y es más, si puedo, hacer dos cosas a la vez porque ¿por qué habría de hacer solo una, cuando puedo hacer dos? Multitaskink dicen por ahí, multi obsessing dicen por allá.

Supongo que es parte de ser auto-empleada, de ser desde hace tantos años una mujer que trabaja de forma independiente con la misma responsabilidad de producir que alguien que trabaja de 8 a 6pm, porque después de de las 6pm es mi hija quien consume horas así que trato, con una cosa u otra, de llenar todos los espacios vacíos que pudiera tener en el famoso horario de oficina.

Por su lado, su agenda anda tan abrumadamente bookeada durante la semana con reus y cosas que ni él mismo sabe de dónde salieron, que cuando tiene esos diez minutos mágicos de ocio de la vena salta se aferra a ellos con uñas y dientes, y procede a perderse en la inmensidad de no voy a hacer nada.

Yo me reto a llenar cualquier posible espacio vacío, ya sea con chamba de oficina o con mi trabajo como ama de casa y mamá, me reto a estar siempre ocupada y bien que me sale. El, por su lado, valora cada escaso minuto que se le presente para rascarse la panza en posición horizontal y mirar el techo a sus anchas.

Sé que todo tiene su tiempo y mi propio tiempo está a punto de cambiar. Se me viene otro hijo en lo que canta un gallo y supongo que ese horror al vacío que pueda tener de cuando en vez se va a esfumar y me uniré más bien, al bando de mi esposo oso en la búsqueda incansable de dos minutos de nada. Quizá sí. Quizá no.

Mientras tanto, me he propuesto en lo que queda del mes seguir bajando tantito las revoluciones (Enero y Febrero serán meses locos de trabajo antes de la llegada de Baby S) y aprender de mi marido el arte de no hacer nada, aunque sea un poquito de nada, aunque sea unos minutitos de nada. Y nada más.

(arriba, las tarjetas navideñas que hicimos ayer en casa como parte de los proyectos de estos últimos días ;) )

5
Post relacionados

Comentarios

  1. Liana

    Jajaja el Chepis te dijo la de “Dolce fare niente”! Lo entiendo, a mil, hay momentos en que siento que debo desconectarme para poder continuar con lo de madre/esposa/trabajadora/mujer multitask. Aunque sea media hora antes de que ellos se levanten. Eso sí, no he podido ni forrar un solo regalo hasta ahora. =P

    Reply
  2. Roxana

    Y llega el tiempo en que no hacer nada también cansa, pero a veces es necesario darnos esos cinco minutos para luego retomar con fuerza!

    Reply
  3. Maria reynoso

    A veces no hago nada…? No. Imposible, soy mamá siempre estoy haciendo algo, no puedo hacer nada porque tengo que hacer algo. Y hacer nada cansa? No creo. Por mas que queremos no hacer nada, siempre hacemos algo, por ejm ahora estoy escribiendo esto cuando debi aprovechar que ya termine de cocinar y mi hija esta tranquila pero NO escribo y leo cosas en vez de “hacer nada”. Es imposible hacer nada.

    Reply

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Usted puede utilizar las etiquetas HTML y atributos: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>