Dicen que cuando uno toca fondo, sólo le queda subir, levantarse, volver a empezar. Y yo creo que esa es una de las grandes verdades de la vida.
Mirando hacia atrás, cuando me diagnosticaron hidrocefalia y un tumor en la cabeza, no fue más que el cherry on top de una serie de cosas que hoy puedo resumir en una profunda depresión. En realidad, ese diagnostico tan fuerte fue mi gran llamado a despertar, fue mi segunda oportunidad y decidí, que quería vivir y que mi vida tenía que significar algo.
Tenía 28 años y me había permitido a mi misma, a una chica completa y con todas sus facultades, sentir pena por mi. Me había permitido agachar la cabeza y pensar que ese podía ser mi nueva forma de vida, y lo cierto es que esa no puede ni debe ser la forma de vida de nadie. Agachar la cabeza un momento por alguna situación puntual es una cosa, pero asumirla como estilo de vida, es un crimen.
Miles de veces me pregunto a mi misma que cómo así, que de dónde saqué la fuerza, la energía y esas ganas para reinventarme, y creo que fue el dolor tan profundo que sentí al ver que me había perdido de mi, lo que me impulsó a ponerme frenos, a detenerme y volver a empezar.
Luego de un mes en la clínica, cuando finalmente llegué a mi casa, a mi cuarto todo se sentía rarísimo. No me acordaba de mi. Gracias al cielo siempre fui cachivachera, de agendas, diarios y cajas de zapatos con tickets guardados de la primera vez que fui a Broadway como la primera servilleta de ese lugar que tanto me gustó. Mi historia estaba en cajas y la verdad es que era una historia feliz, ¿entonces por qué no la recordaba? Era un pan con mango.
La primera noche fue durísima, recuerdo que me dieron las miles de la madrugada y no lograba cerrar el ojo, no lograba dormir, tenía una mezcla de mariposas en la panza, una sensación de adrenalina exorbitante, sentía mil emociones a la vez. Estaba viva, estaba en mi cuarto, ¡estaba bien pero no lograba encontrarme! Las fotos de mi corcho, un perfume viejo, zapatos, ropa, mi propio reflejo en el espejo. Tenía más de un mes sin verme en un espejo. Poco a poco la frustración se mezcló con uno de los dolores de cabeza más fuertes de mi vida. Yo, que tanto había querido salir de la clínica pedía a gritos volver para que me inyecten algo porque el dolor era demasiado.
Me dolía la cabeza, me dolía el cuerpo, me dolía el alma. Como cuando terminas con un gran amor y te sientes morir, así, igual, no podía respirar del dolor que sentía, me dolía el corazón por sobre todas las cosas porque, estaba entendiendo que en algún momento terminé conmigo misma. La relación más bonita y más importante que una debe tener, la del amor propio, había terminado hacía meses atrás, tal vez hacía un par de años creo yo, y recién me estaba dando cuenta.
Abrir el blog ese 18 de Enero del 2007 fue de los primeros coqueteos que tuve conmigo, fue como hacerme cariñito porque estaba empezando algo que me gustaba, sin saber a dónde me llevaría, sin saber que hasta escribiría un libro contando todo esto al mundo entero, y fue ahí donde empecé a sanar.
El amor de José jugó un rol fundamental. Su amor me recordó lo bonito que es amar y que amarme está bien. No me gusta pensar que no lo habría logrado sin él porque sé que para ese momento la fuerza estaba en mi, pero claro que no lo habría logrado sin él, porque esta historia, mi historia, se volvió a escribir para ya no ser más mi historia, si no la nuestra, con hijos, con blogs, con libros, un hogar y con todo lo que hemos construido juntos.
Mi punto es, encontrar mi dolor y vivirlo fue la clave para empezar a curarme y volver a vivir. Ser la protagonista de mi historia como se los digo siempre, no ser una actriz de reparto en esta película que se llama Tu Vida, sacar algo bueno porque algo bueno tiene que salir siempre, porque de la oscuridad sí puede nacer una luz y esa es una luz que tiene que brillar, tu eres esa luz, ¡permítete brillar!
Abrázate, bésate…levántate. Siempre. En este juego vas a caer una, dos, tres veces, pero siempre, siempre, siempre debes de volverte a levantar. Y con la cara bien en alto. Sonríe, suena sencillo pero lo olvidamos constantemente, y sabes que te vas más linda cuando sonríes. No te olvides nunca de que vales oro, eres una y mil veces más que suficiente. Tu puedes lograr todo lo que te propongas, así que propóntelo. No tiene que ser lunes para volver a empezar. Aprende a improvisar en el camino, a reírte un poco más, a soltarte la trenzas cuando sea necesario y a aceptar que la perfección está sobre valorada. Déjate amar. Amar te enseña tanto, duele, claro que sí, pero nos recuerda cada día lo vivos que estamos y lo lindo que es vivir.
Deja que el dolor salga de lo más profundo de ti, deja que duela, y luego, déjalo ir.
Que venga todo lo bueno que Dios tiene para ti.
Siempre digo que las personas llegan en el momento indicado y tú lo haz hecho hoy, así que solo queda levantarme y volver a empezar… besos a la distancia y gracias
Vane no he tenido el gusto de leer tu libro aún y me haz dejado en shock con lo que acabo de leer. En verdad haz renacido y eso malo fue el empuje a una mejor vida. Que gusto que compartas con nosotras algo tan personal, algo que no nos podríamos imaginar eres una mujer tan llena de vida, sonriente y dedicada, un ejemplo en verdad. Me encanta el trabajo qué haces, lo fácil que llegas a todas siendo tú misma y siempre agradecida, espero conocerte algún día y otra vez gracias por mostrar algo tan difícil mostrando que nada es imposible.
Por otro lado encuentro similitudes entre nosotras adoré que le vuelvas a dar vida a los muebles herencia, las joyas con Valentina y como haces de tu casa un hogar. Siempre alegrías y salud para ti para ustedes para la familia. Jen ⭐️
Ay Vane yo viví casi un tema igual, la diferencia es que yo tenia una bebe ya casi por nacer. Me caí el mismo día de mi baby shower de mi segunda hijita y por no caerme de panza y protegiendo a la enana me caí super fuerte y de rodillas.. Me fracture en pedazitos la rotula.. Me operaron y el doc me dijo que hicieron todo lo posible porque fui super difícil juntar todas las piezas y ponerle los alambres que tenia que tener paciencia y que con una buena rehabilitación podía llegar a doblar la rodilla a 90 grados. La operación fue horrible porque me pusieron la epidural xq no podía dormirme yo y mi hija y como duro 2 horas más de lo normal sentí a crudo todo lo que me estaban haciendo, no pude recibir nada de analgésicos por la bb solo panadol. Tuve que esperar un mes más para que mi hija nazca a las 38 semanas… Me hicieron cesárea y me quedé otro mes más en cama osea 2 meses sin poder caminar… Volví a hacer cuando mi hija cumplió 1 mes y comenze con el andador, luego las muletas, luego una sola muleta y las rehabilitaciones no daban resultado no podía doblar mi rodilla ni a 10 grados… Tenía que ver a mi hija de 2 años y a la otra de 2 meses porque ya no tenia a nadie quien me ayude estuve un mes más de rehabilitación y tuve que dejarlo forzosamente… Tenía la depresión adentro, pero no lo hacía notar, de hecho mi vida dio un giro de 1000 grados y me preguntaba porque a mi? Cuando deje las rehabilitaciones y sola en casa con mis pequeñas comenze a doblar mi rodilla ahora la doblo a 90 grados y tengo que operarme para sacarme los alambres xq ya me molestan… Yo te entiendo como se siente eso tan horrible aquí dentro en el corazón.. La angustia, la resignación todo junto explota… De hecho si tuviera que volverlo a pasar por alguna de mis hijas para que no les ocurra nada lo haría otra vez, el dolor físico y del corazón se superan cuando veo la carita de mis dos terribles angelitos. Así es la mujer se repone ante cualquier situación, fuertes… La verdad es que sin quitarle mérito a mi esposo yo creo que no lo hubiera soportado jeje… Saludos vane
Claudia, tu historia es demasiado fuerte, no me imagino estar en esa situación, eres una mujer valiente un ejemplo de todo lo que el amor puede hacer, es loco pero creo que cuando nos convertimos en mamás nuestra capacidad de amar y esa sensación de darlo todo se multiplica a la N. Que Dios te bendiga siempre a ti y a tu familia.
Un beso!
Eres bien valiente.
Todo gran cambio produce dolor desde traer a los hijos al mundo hasta trabajar 12 horas diarias por tu empresa, pero nunca perder la esencia y el amor propio, gran post
Hola Claudia García!! Eres un ejemplo! De verdad te admiro sin conocerte… porque son este tipo de acontecimientos que nos hacen mejor persona, más íntegros más espirituales porque la fuerza nos viene de Dios para continuar.
Hola Vane, en estos momentos estoy pasando por una terrible decepción..trato de ser fuerte y olvidar, perdonar,y seguir adelante…pero me está costando…la rabia y cólera pueden más….pero leerte me ha hecho bien, dejaré que salga todo ese dolor para reinventarme y comenzar de nuevo…por mi y los que me quieren, se que el tiempo se encargará de sanar las heridas y se encargará de poner las cosas y a las personas en su lugar…por ahora solo puedo concluir en que las personas malas si existen, que hay personas que gozan haciendo maldades…
Hola Vane
Desde hace casi dos años leo cada uno de tu post, gracias en especial esta carta me ha dado muchas ganas de salir adelante pese a los momentos dificiles. Gracias bendiciones para ti y tu familia
Hola Vane.
Hubo un momento en mi vida que también sentí que había tocado uno de los lados (no fondo) de mi vida y sentía doler cada célula de mi organismo, pero justo esa experiencia me trajo muchísimas cosas buenas, me ayudó a visualizar a la yo antes y la que quería ser después de ello. Te he seguido desde muy joven y una de las cosas que más me ha gustado ha sido cómo evolucionas fuera del papel de esposa y madre que ahora eres también: eres tu en todo momento, incluso cuando es tan dificil serlo estos días con todas las expectativas encima tuyo.
Un abrazo y sigamos fuertes en el hermoso recorrido que es vivir.
Eres tan bonita y autentica!