8 en punto de la noche. Se ilumina la pasarela y sin más preámbulo, Edie Sedgwick entra caminando a la pasarela una y otra vez. Estamos en los 60 y la actriz está en todo su esplendor.

Los looks no dejan de impresionarme, no es por nada que Marc Jacobs es de las pasarelas imperdibles, es tendencia pura. Las rayas salen una tras otra y la reinterpretación de elementos destaca como siempre.

Pero no nos compliquemos, hablemos en cristiano. Vamos a desmenuzar esta pasarela:

El péplum se nos subió al cuello. Los cuellos vienen con volados, grandes y protagonistas. Te dan un aire bastante elegante, una especie de presencia victoriana en el estilo. Ahora, claro que hay que tener un cuello algo alargado para poder usar uno de estos, de lo contrario nos comen por completo.

La onda de los 60’s está más fuerte que nunca. Edie Sedgwick dominó la década con su estilo Live fast die Young, y vemos algo de esto en la colección. La velocidad se siente fuerte y clara – sobre todo porque el desfile no duró más de 10 minutos – pero sobre todo una obvia presencia de una mujer de finales de década, con minivestidos, con un aire de agrandada, con siluetas sueltas, con la onda Little Girl y la anorexia que caracterizaba la fragilidad de la mujer. Femineidad en su forma más sensual y sugestiva. Es alucinante ver cómo se ha logrado controlar y modificar el estilo sin llevarlo a los excesos de la época, es una mezcla entre la tendencia Geeky y de los chicos buenos con los detalles de personalidades tan fuertes como la de Edie. Es perderse en una de las épocas más sensibles de la moda.

De la nada, algo nos llama el ojo, una línea de piel se deja ver entre sacos y faldas, y hasta un par de ombligos… El crop está de vuelta! Y más fuerte que nunca… Parece que Jacobs estuvo revisando décadas y buscando las cosas más sugestivas de cada una. Tanto los minivestidos como el crop, son formas de insinuar sin caer en la vulgaridad o lo grotesco, son la forma de insinuar más femenina, delicada e inocente. El crop dominó los 80’s y esta vez llega a dominar las pasarelas de la mejor manera: mezclando conjuntos de dos piezas y faldas a la cadera. Blusas-crop y transparencias se suman a lo seductor de la colección, son las piezas que mejor complementan a las últimas.

Y por último, las rayas. Las tenemos horizontales, verticales, paralelas y no paralelas. Me recuerdan mucho los trajes de baño y las tiendas que se armaban en la playa en los 60’s, es una onda retro pero nada nostálgica, por el contrario, muy viva y que se siente muy ahora. Las rayas han sido trabajadas con el mayor detalle, incluso tenemos esta increíble trama de lentejuelas que sin duda alguna, fue mi favorita de la colección. Tiene el glamour de los 50’s; recuerdan esos clutches de la abuela de puras lentejuelas brillantes? La idea es prácticamente la misma, las lentejuelas le dan la forma y la textura a la prenda y algo más, algo especial, una distinción que no se puede describir exactamente. Simplemente me encantan.

Si hay algo que me apasiona de la moda es cuando viene acompañada de un mensaje social o político o cualquier mensaje en sí. Me da la impresión que con tantas faldas a la cadera, blusas transparentes y bras al aire y sobre todo la época de referencia, se siente como la más ligera insinuación en contra del conservadurismo Republicano, no sería la primera vez que Marc manda un mensaje desde el corazón de moda.