A diferencia mía, José es maniático de tender la cama, yo soy maniática de N cosas pero tender la cama es lo suyo.

Con la convivencia yo he ido aprendiendo de estas cosas y trato de integrarlas a mis propias costumbres, pero siempre ha sido él quien prefiere tender la cama en las mañanas. Dice que la cama se debe tender todas las mañanas sin excepción, no importa si es domingo o feriado por la simple razón de que esta es la primera tarea del día cumplida, y eso nos deja una sensación productividad, de tarea cumplida, si cumplí esto, puedo cumplirlo todo.

Me explicó como a lo largo de nuestros días tenemos un sin fin de responsabilidades, metas y tareas por lograr, entonces, salir de la casa a la volada sin haber si quiera tenido tiempo de tender la cama, significa que no cumplimos con nuestro primer deber. Y creo que algo de razón tiene -mi marido casi siempre tiene la razón- así que sí, trate usted de tender su cama todos los días sin falta, y me cuenta si eso le causa algún tipo de bienestar psicológico por haber empezado su día de forma productiva.

Dicho esto, hoy en el Lunes de Decoración les voy a contar cuatro o cinco cosas que pueden hacer por sus habitaciones -además de tender la cama-, para que estas sean lo más bonitas y cómodas posibles, porque es el lugar a dónde vamos a descansar, a relajarnos, porque mal que bien pasamos al menos unas seis u ocho horas al día en nuestros cuartos así que si nosotros no lo ponemos bonitos para nosotros mismos, ¿entonces quién?

Primero, las cabeceras, que son el marco de la cama así que de hecho, es el protagonista de esta historia que es tu habitación. Elige y piensa bien que hay muchas opciones hoy en día. Arriba, nada muy de moda, sólo un poster, una frase, una imagen que hable de ti (y que puedes cambiar fácilmente cada vez que quieras darle un nuevo aire o look a tu cuarto), igual que esta otra que ves abajo.

Si quieres lo más trendy pero igualmente clásico, una grande y amplia cabecera de capitoné (que además hace que la cama se vea más grande!)

Una cabecera de piso a techo, ¿por qué no?

O más pequeña como esta PERO con una GRAN idea: Un espejo de pared a pared, de piso a techo detrás de la cabecera, cosa que haces que tu habitación se vea aún más grande.

Si no, algo acolchado pero más pequeño.Y si no, chape usted su telas, su mantita, su tela favorita y la usas regiamente, así.

Segundo, ahora que viste la cabecera, piensa en lo que vas a pisar ni bien pongas tus pies en el suelo, ¡ese primer contacto tiene que ser maravilloso cada mañana! Ojo, acá nadie habla de alfombras carísimas ni raras, si no una alfombra que puedes conseguir en una tienda por departamento, pero que sea muy suave al tacto (así sea al tacto de la planta de tus pies).

En tercer lugar, ya que miraste la cabecera y el piso, vayamos a las paredes que te rodeas. Otra forma de engreírte dándole un toque extra especial a tu habitación, es con un poco de papel tapiz. Si no lo quieres ver mucho porque temes aburrirte, ponlo en la pared de la cabecera así sólo lo verás al entrar a la habitación pero ya no cuando estés en la cama. ¡Secreto de un conejo!

O si eres fan total del papel tapiz, puedes ponerlo en las paredes de enfrente también.

Lo que me lleva al cuarto lugar, a la cuarta idea que es tener una silla bonita, más que nada, un silloncito cómodo donde te puedas sentar a leer o que cuando te visite tu mami porque estás enferma, puedan sentarse a hacerte compañía. Un sillóncito cómodo con una mesita al lado, su lámparita bonita y espacio para apoyar la taza de té y un buen libro. Agregue usted una mantita para cubrirse en el invierno y tienes todo un rincón soñado.

Quinto, la iluminación. No fue hasta que tuve a Valentina que caí en la cuenta de tener una luz apropiada y suave en mi habitación. Primero porque en sus primeros meses dormía conmigo y si ella finalmente dormía y yo quería prender la luz para buscar algo, pues la luz del techo así como la de mi lámpara en la mesita de noche, eran muy fuertes. Ya con Valentina en su propio cuarto, necesité encontrar una luz de mesa que no sea tampoco tan suave, porque ahí le leo cuentos y no me quiero quedar ciega. El punto es, busca la iluminación ideal para ti. Ya sea que tengas hijos, ya sea que simplemente quieras leer en cama, que necesites algo estático o con movimiento, sea lo que sea, ten la iluminación que mejor funcione para tus necesidades.

Y por último, en sexto lugar, si eres muy minimalista y monocromática y todo muy tranqui, igual, ten algo de color en tu cuarto que te de alegría, que refleje quién eres así sea secretamente, aunque sea en un mantita, en el color de tu lámpara o de tu edredón, algo que hable de ti.

Aprovechemos este otoño invierno 2015 no sólo para darle una renovadita al clóset, si no a nuestra habitación también. ¿Les parece?

En este link encontrarás muchas más idea de cabeceras especialmente para los chicos de la casa!