Hace unas semanas que vengo trabajando con agua San Mateo, y hace pocos días hablaba con mi esposo sobre su última campaña y sobre cómo la misma busca que uno retome el contacto con su lado auténtico, ese lado único, personal, sin poses… y pensé, ¿por qué no contarles algunas cosas que nunca he contado sobre mi? Sin poses, sin retoques. 10 cosas sobre mi, sin de la vida real, sin “photoshop” como dirían.

1. No me gusta rendirme, y esto, luchar y luchar por conseguir las cosas que quiero, es una actitud que he construido en el tiempo pero que sé, viene de un lugar: Cuando tenía 15 años me dieron un rol importante en una actuación de ballet y cuando estaba en el escenario, a la hora de las piruetas, mis pies y mis tobillos simplemente no respondieron, no pude hacerlo, no pude dar ni un solo giro y me avergoncé tanto, pero tanto, que nunca más volví a las clases de ballet, algo que había practicado por casi 12 años y que era parte fundamental de mi vida. Amo la danza pero un día, de buenas a primeras, la dejé y por años cargue con esa sensación de renuncia. Es por eso que de forma inconsciente decidí que nunca más iba a abandonar nada, al menos no sin luchar hasta el final.
2. Además, sé bailar tap!
3. Cuando quiero ponerme particularmente feeling –una vez al mes!-, siempre recurro a: Black de Pearl Jam y I’ll be there for you de Jon Bon Jovi (soy una chica de los 90’s total!), A Dustland Fairytale de Killers y Hello de Adelle (me recuerda demasiado a Valentina cantándola a voz en cuello este verano mientras conducimos a la playa) (ya me siento más actualizada) y termino levantándome al toque las pilas con Brave de Sara Bareilles. Vaya mezcla pero, ¡me encanta! El punto es que, por más que por ratos quiera estar nostálgica o auto imponerme cierto grado de tristeza, siempre termino de forma automática diciendo: Ok, hasta acá llegamos, ahora a seguir adelante.
4. Mi gran manía ante el estrés es tomar mechones delgados de cabello y hacerme trenzas hasta parecer una vikinga rasta. Luego las desato y vuelvo a empezar.
5. Hablo con mis papis por teléfono dos veces al día, todas las mañanas y hacia el final del día. Esta es una costumbre que aprendí de mi mami quién hacía lo mismo con mi abuela, y ahora mi hermana y yo heredamos las mismas costumbre con ella. Mis papis son parte de mi día a día y si por alguna razón pasa un día sin hablarles, se siente rarísimo.
6. Mi sentido de orientación es prácticamente nulo! Confío demasiado en Waze que vino a salvarme de terribles perdidas mientras manejaba, pero sobre todo confío en mi esposo y sus poderes arácnidos para ubicarse dónde sea y como sea, siempre sabe dónde está y es una de las cosas que amo de él.
7. No me gustan las películas de terror, y soy muy pero muy mala para las de suspenso, ¡no las tolero para nada!
8. Nunca tuve enamorados en el colegio, de hecho, mi primer enamorado oficial (que duró 3 semanas) y mi primer beso fue el día de mi fiesta de promoción.
9. Soy loca maniática de la puntualidad. No sólo odio llegar tarde si no que odio, aún más, que me hagan esperar, siento que es un tema de respeto mutuo.
10. Una de mis fotos favorita en el libro es esta: