Porque puede ser indefinible, como tu o como yo, porque es prácticamente indescriptible. En teoría un vestido negro es perfecto para toda mujer. En la práctica, es mucho más que eso.

El negro representa la ausencia de luz, la oscuridad absoluta, la melancolía de una noche, el color de un alma maldita o el más fúnebre sentimiento por la ausencia de una vida.

El vestido negro por su lado, es símbolo de seducción. Por su esencia es sofisticado y misterioso, por su simpleza podría llegar a estar incluso subestimado, por su forma puede ser lo que tu quieres que sea. Un vestido negro siempre es elegante.

Un vestido negro es indiscutiblemente la opción para una mujer adulta y sensual, así como lo es para una jovencita que recién empieza a vivir, un vestido negro siempre es seguro.

Puede simple u ostentoso, conservador o muy revelador. Dice sólo que quieres decir. Un vestido negro puede ser tan divertido como trágico, dramático o simplemente dichoso. Minimalista o glamoroso, discreto o escandaloso, como tu quieras que sea.

Comparable tal vez con una cita ideal, el vestido negro es esperadamente perfecto, regiamente puntual, siempre te hará lucir bien, siempre te dejará ser la protagonista. Es casi como una necesidad. Tiene un final feliz, el final que tu le quieras dar.

Si tanta tendencia te confunde, siempre puedes volver al Little Black Dress.

Fue amor a primera vista. Ni bien vi este vestido pensé en la última colección de Louis Vuitton y no pude más conmigo misma, tuve que tenerlo. Claro, el detalle de las flores caladas no está en el cuello si no al ruedo del vestido, pero lo hace igual de especial. Además, de acá a que me pueda comprar algún vestido LV mejor empiezo por sus versiones, no?

Lo mismo ocurrió con estos zapatos de Anais Nin que te mostré en este post, te dije que serían míos y soy mujer de palabra, a que sí?

Sombrero Do It, Vestido Benetton, Zapatos Anais Nin, pulseras Shop by Pink Chick,

Lentes aviadores de no sé donde la verdad.

Fotografía: Sara M. Rodriguez – sara.srodrigg@gmail.com, de paso, lean la entrevista que le acabo de hacer a Sarita acá.

Les cuento. La diseñadora Alexandra Neyra lanza inteligentemente su colección Little Black Dress. Y digo inteligentmente porque hacía falta entre los diseñadores que alguien se encargara de proponernos de manera concienzuda tremendo básico del clóset. Que todos hablamos del Little Black Dress (LBD) pero que a veces ni sabemos por dónde empezar a buscarlo. Es decir, una idea simplemente, genial.

Y como todas las ideas geniales, del LBD pasamos a sus versiones en full color o estampados. Porque te conozco mosco y se que cuando quieres una cosa en verdad quieres otra así que Ale, más inteligentemente aún decidió que modelito que sacaba en negro, oh sí, salía también en colores o estampados, para todos los gustos, para las indecisas o simplemente para las que lo quieren todo.

La propuesta es súper joven, divertida y para las que lo preguntan, los precios están super.

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Con este post te tenté y te convencí, estoy segura que sí.

Ahora, como se que ya tienes en tu radar hacerte de un vestido blanco, te traigo estas fotos para soñar. Que tenemos el pelo laaargo, que estamos bronceadas y con una piel perfecta, en una fabulosa playa por Grecia o bien lejos de Lima pero muy bonita donde nuestros chicos nos invitaron porque saben que somos unas muchachas muy trabajadoras y que nos merecemos un descanso. Un vestido blanco de encaje o de algodón o de nansú, y sin panza post panetón. Oh sí. Soñar.

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Estoy echa un 8, con un resfrío loco que tiene mi nariz colorá, los oídos tapados, la garganta irritada, estornudos y tos. Todo. Y así como me siento, me veo así que mejor no veas porque ando pal gato. Qué increíble, no? Es uno de los virus más viejos de la historia y con toda la tecnología y avances disponibles el resfrío tiene la maldita capacidad de mandarte sin más, a la cama, sin fuerzas apara moverte y con un dolor de cuerpo absoluto. O al menos, así me siento hoy.

Y mientras vivo mi gripe a plenitud -no pienso/puedo/quiero hacer nada hoy más que ver fotos lindas, sufrir en silencio y rodeada de moda veo fotos que no hacen más que convencerme que lo que les dije semanas atrás es una absoluta realidad: Este temporada no somos nada sin un buen vestido blanco. Ufffff, ya no podía más con el color blocking, ja!

Que es tan versátil como un Little Black Dress así esta temporada hagamos espacio para los dos. Que me FASCINA MAAAAAAL con lentes de animal print, labios y cartera roja o coral, sí, coral!!!.

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