Hola!!! Hoy vengo un con nuevo post de decoración que me tiene súper contenta. Desde que me mudé a este depa, que es un poco más grande del que tenía antes, he tenido varios temas de almacenamiento y redistribución de muebles que ando tratando de solucionar poco a poco, y creo que he comenzado con pie derecho.

Sabes que soy una amante total de los muebles antiguos y de andar remodelando todo en esta vida, ¡todo! así que cuando se me apareció esta cómoda de cedro en una página de venta de muebles de segunda mano en Facebook, ¡simplemente vi la luz!

Y es que el clóset que tengo ahora, si bien es un walking clóset, el espacio real para guardar cosas es muy pequeño, en serio, lloras de lo chico que es y aunque he donado y vendido mucha de mi ropa (siempre por una buena causa ) hay cosas que ya, no hay vuelta que darle, son mías y las tengo que tener a la mano, así que desde hace varios meses andaba buscando una buena cómoda para completar mi habitación.

El tema es que comprar una nueva que sea de madera y no de MDF es súper caro, unos mil dólares aprox (créeme que he cotizado por todos lados) y con la experiencia de haber hecho el cuarto de Valentina y Sebastian con muebles heredados de mi abue y con mucho valor sentimental, me negaba a pagar tanto por algo para mi y de buenas a primeras. Así que un buen día, encontré esa cómoda que ves en la foto, de cedro, que se vendía a 300 soles.

Ese mismo día fui a verla, estaba en perfecto estado y la compré sin pensarlo siquiera. Al toque, me contacté con Gaby de La Herencia con quien ya he hecho varios proyectos antes y conoce mis gustos de arriba a abajo, y al toque nos pusimos a trabajar.

Ese mismo domingo ella la recogió y yo le mandé mis referencias. Por algua razón, se me ha dado por pintar la madera, los muebles de madera marrón me aburren (será la luna?) así que tenía que meterle mano al color, además, quería ponerle algún toque de dorado.

Mi primera referencia, pensando en el aparador que remodelé con Gaby hace unos meses, era hacer algo así, madera y blanco.

O tal vez ponerla toda de blanco, con accesorios dorados?

Arriba muy minimalista, acá abajo en un estilo más romántico-

Finalmente, Gaby me sugirió unir todos los conceptos y ponerle algo de molduras a los cajones para lograr ese efecto romántico clasicón que me gusta en mis muebles. Y el resultado es este:

Además, por dentro de los cajones, aplicó un poco de dorado como para completar la idea.

El costo aprox de este tipo de cambios fue de mil soles (podría haber salido más si como en las cómoda de Valentina y Sebastian, cambiaba el sistema por correderas telescópicas pero preferí mantenerlo así, que no sea perfecto si no con un poco más de personalidad, respetando la historia del mueble que me contaba su dueña, que la había acompañado por más de 30 años en su habitación.

Sí, muchas veces vas a invertir dos o tres veces lo que te costó el mueble inicialmente pero para mi estas remodelaciones valen tanto, valen todo, y si bien siempre tengo una idea en la cabeza de lo que quiero, soy de las que se suele entregar y me dejo llevar por las sugerencias, en este caso, del equipo de La Herencia que son expertos en este tipo de remodelaciones y siempre tienen sugerencias que no me veía venir, y termino con un mueble mejor del que me imaginaba en un comienzo.

(estoy trabajando ahora mismo en una cama para el cuarto de Sebastian, que es la misma camita donde dormía mi esposo José cuando niño -sacada del depósito de sus papás- y va a quedar pero liiiinda, estoy emocionada!).

Acá les muestro otras de las cosas que he hecho con La Herencia: Como este aparador que compré por 280 soles (de locos, nada más traerlo a mi casa me costó casi eso mismo, porque la casa de sus dueños originales era lejísimos y el mueble súuuuper pesado, como para cargarlo entre 20):

Y me quedó así:

Y este ropero que saqué de la habitación vieja de mi esposo:

Y aunque no le tomé foto final, pasó por este proceso (si supieras que el pobre mueble está ahora en el depósito de mi casa porque es taaaaan grande que no hay forma de subirlo, no entra por el ascensor y no gira en la escalera, me muero de la pena y ando pensando qué hacer con él porque me quedó bello!)

El año pasado, remodelé también esta sala que era de mi abue:

Y me quedó así:

Ahora mismo estoy terminando la camita de José para Sebastian, y luego empiezo con dos muebles más que compré de segunda a súper precio: Una cómoda y un escritorio vertical. Con esto espero que poco a poco termine de acomodarme en casa y de instalar todas mis cosas (como te explico que mis revistas coleccionadas de toda la vida y otras cosas más siguen en cajas!). ¡Ni bien tenga fotos de todo, les muestro!

Me gustan los muebles con historia, me gusta que tengan una historia, saber que mi sala era de mi abue, que mi mami y yo dormimos y usamos el mismo juego de habitación que hoy usa Valentina, que Sebastian use el su papá (cuando lo use, claro), y más (tengo muchas cosas más), porque siento que siempre tengo a mi familia conmigo, y si son cosas de alguien más, me gust saber que les he dado la vuelta hasta convertirlos en piezas únicas, especiales, a mi medida, a mi gusto.

Así que mientras les cuento las otras cosas que voy haciendo, ¿les gustó mi cómoda nueva?