Finalmente, hace dos semanas ocurrió. Lo logré. Reuní a un grupo de mujeres maravillosas todas dispuestas a regalarse un poco de tiempo para ellas mismas y creer en la promesa que les hice. Creo que logré que todas estén felices, que se sientan especiales pero sobre todo, siento que junto con todas las piezas que formaron parte de este día, logramos empoderarlas y transmitirles mensaje que quería: Empieza por ti.

Lo que seguramente no saben es que soy yo la que estuvo más feliz que nadie, como niña en su fiesta de prom, y es que son ellas las que me llenaron el corazón de palabras de emoción y sonrisas grandes y por eso tengo que decirles GRACIAS. Gracias chicas, ustedes hicieron que ese día sea tal como lo imaginé, y mejor.

Gracias a mis auspiciadores que apostaron por mi y se treparon al carro creyendo de todo corazón en lo fuertes y bellas que somos todas las mujeres. Gracias Kleenex por estar siempre conmigo, gracias Dove por abrazar la idea de que todas las mujeres somos hermosas tal y como somos. Gracias Estée Lauder por enseñarme tanto y formar parte de mi día a día desde hace tantos años y a L’Occitane por entender como nadie las necesidades de las mujeres y hacer algo tan especial por ellas. Gracias a Toulouse Lautrec por ser siempre tan abiertos conmigo y su maravillosa disposición. Gracias a HP por el recuerdo tan lindo que todas se llevaron a casa, ¡jamás olvidarán ese día! Por su puesto, gracias al BTH por apoyarme casi sin preguntar, si ustedes nada de esto habría sido realidad.

Gracias a Miss Cupcakes por los engreimientos y a Probarte por invitarnos los mejores Brownies de la vida, ¡los amo con mi alma chocolatosa!

Gracias infinitas y profundas, este es un agradecimiento desde lo más profundo de mi ser, a Erika Dammert y Ana Romero. Gracias por transmitir tanto, gracias por enseñarnos con sus palabras y sus vidas a ser fieles a nosotras mismas, a creer en nosotras mismas, a ser constantes, fuertes y decididas. A ser mujeres de palabra, únicas y valiosas por el simple hecho de existir, y que si a eso le sumamos voluntad, pasión, amor y trabajo duro…el cielo será nuestro límite.

Gracias a mi esposo y a mis hijos por tener en Fé en cada una de las cosas que se me ocurren (y se me ocurren muchos más proyectos por hacer) y apoyarme incondicionalmente. Por último, pero no por eso menos importante, un gracias demasiado especial e infinito a Andrea, por creer, por confiar y por hacer todo realidad.

Todos ustedes fueron piezas clave de ese día y por eso, una y mil veces más.

¡GRACIAS!

❤Ahora sí, les dejo con un video y muchas fotos de ese día❤