No me separo de mi cámara, no sé nada de nada de fotografía pero se me ha dado por fotografiarlo (casi) todo, creo que es una suerte de mecanismo de defensa, una forma de llevar un diario personal, de no dejar que nada se me pase y que nada se me olvide (culpemos a la hidrocefalia por haberme vuelto taaaan olvidadiza, no es mi culpa!). Cada vez que recuerdo todo lo que he pasado me siento demasiado feliz de estar donde estoy y esto de poner fotitos que representen mi día a día creo que se va a volver algo fijo, porque realmente lo disfruto.

Arriba, ando buscando un par de envases lindos para tener así de bien acomodadas mis brochas que ahora andan apiñadas en un vaso y otras más aplastadas en el cosmetiquero. Esta idea que encontré en internet (sí, esa foto no es mía) me pareció genial así que ahora me ves buscando frascos lindos de mermelada y cuanto vidrio se me ponga al frente.

Es San Valentín y no puedo dejar de hablarte de este postre de Di Pattiserie y es que al comienzo lo vi y dije QUE HERMOSO! Cuando lo partí dije mmmm, yo soy recontra dulcera, de muelas duras y resistente al chocolate más chocolatudo así que tuve mis dudas. Después de probarlo (ejemmm, de bajarme la mitad gracias a la lactancia que todo lo soporta!) decidí que es el postre perfecto para esas chicas que quieren dulces ligeros y nada muy empalagoso, como diría mi mamá, es bien fino oye. La torta se llama Carlota y es altamente recomendable.

Como es posible que con los calores infernales que andamos, mi cuerpo siempre tenga espacio para un capuccino caliente??? Te juro, muero por mi Alaska de fresa, amo el helado de durazno de Laritza y podría vivir dentro de una refri, pero pregúntame que si quiero un café caliente y sí, siempre quiero un café caliente.

De la colección Glamour Daze, un regalito de M.A.C. Cosmetics. Son unos polvos traslucidos y un lápiz de labios que vienen en este HERMOSO empaque.

Y hoy, por último, mi gorda está de cumple mes, son 5 meses ya y a mi me falta kilo y medio, jajajaja, todo bien, todo bajo control.

Apuntar sin apuntar, dejar el lapicero de lado por un momento y apuntar con la cámara, me gusta,