14 de Febrero del 2013
New York, New York. MBFW. Día -1
Perdón, perdón por la demora, pero es que han sido días de locos. La llegada, la instalada, la corredera, las compras para un invierno para el cual ningún limeño está preparado… encima me agarró una tormenta de nieve, se cancelaron desfiles, cambiaron los horarios, se me mojó el zapato. Me pasó DE TODO. Pero ya estoy. Tranquilo y sentado con un vaso de Inca Kola - es que en verdad no aguanto, soy demasiado fan de mi país - y dispuesto a empezar a colgar lo que he venido redactando todos estos días. Muy a parte de todos los desfiles dentro del fashion week, es importante que sepan que los principales, los más esperados, los más solicitados y los más cool se hacen fuera de ella. Muchos los mantienen en secreto o los ponen en el horario como TBA: to be announced, y es eso lo que nos tiene a todos al pendiente de dónde lo van a armar. Pero bueno, tengo mil cosas que contar así que empecemos. (Solo para que entiendan un poco, he ido escribiendo todo el viaje a mano en una libreta. Por eso muchas cosas están en tiempo presente. La numeración de los días me la inventé porque el día 1 es el día en que empieza el Fashion Week, lo cual es el 7 de febrero. El día 0 es el día de entrega de credenciales.)
Día -1.
Recuerdo haber llegado hace un par de años a NY en un tren desde Miami. Recuerdo que tenía muchas ideas en la cabeza y el viaje de 27 horas me había ayudado a pensar. Es que Nueva York es esta ciudad en donde te sientes diminuto, con mil posibilidades delante tuyo. Es esta ciudad en la que cada esquina está llena de arte, expresiones diferentes, gente de todos lados, cada uno con un mundo único. Bueno, llegaba a la ciudad lleno de expectativas, tenía 19 y andaba un poco mareado. Recuerdo haber salido del tren y en mi iPod sonaba Empire State of Mind (la nueva versión, obvio), puse un pie en la calle fuera de Penn Station con mis dos maletas en los hombros y al levantar la vista, el imponente Empire State frente mio. Ahí entendí la grandeza de la denominada jungla de concreto.
Esta vez, dos años después, regreso a lo que me parecía imposible de alcanzar en el 2010. Y la experiencia es diferente, la emoción es diferente. Cuando estaba en Lima enviando mis últimos correos y viendo las últimas confirmaciones con Vane, no procesaba por completo la idea. Ahora, después de una espera de 2 horas por las maletas, estoy sentado en el bus que me lleva del JFK hacia Manhattan. Veo por la ventana y estamos cruzando el puente. Mi iPod (que siempre tiene un timing perfecto) reproduce Unwritten, y recuerdo el capitulo en The Hills en donde enviaban a Lauren a la ciudad a entregar un vestido. Esta vez es real, esta vez la moda es parte de mi vida.
Luego de un avión, un tren, dos buses y caminar varias cuadras arrastrando maletas, llegué. El frío es increíble aunque no hay tanta nieve como la última vez. Creo que dentro de dos días hay tormenta. Dejé todo en casa, metí un libro, mi libreta, un lápiz y mi celular a la mochila, le amarré un pañuelo a una de las asas, me cambié de zapatos, me puse un abrigo y salí. Hace un par de semanas había visto en GQ un artículo sobre una tienda llamada Jack Spade y no podía aguantar las ganas de ir a buscarla. Está en West Village, en Bleecker St. Es una de las calles más trendys de la ciudad. Tomé el subway No. 1 (para esto he estudiado súper bien los mapas para no perderme) y me largué. Igual me perdí. Pero no importa, creo que eso es lo paja de ser un turista, si te pierdes sigues caminando y conociendo. Cuando finalmente llegué a la tienda de Jack Spade, el maletín que quería ya no estaba… PERO me di con la grata, y en verdad grata sorpresa que casi la mitad de su producción es peruana! Lo cual es súper bueno para nosotros así que compré un tarjetero para no tener que estar cargando la billetera gigante para todos lados y me fui. Esta calle, Bleecker, está llena de tiendas. Desde Coach, Marc Jacobs, Brooks Brothers, Coach Men, Marc Jacobs Men, Book Marcs, Jimmy Choo, etc. Si alguna vez están por acá no dejen de ir. Compren un café y un sandwich en Le Pain Quotidien que está en la esquina con la 9 ave. y empiecen a pasear. Es increíble.
Compré un par de cosas, entre ellas una nueva libreta por que la otra estaba bien chancada y un lápiz en Book Marcs que dice Pencil me in jaja. Book Marcs es esta tienda de accesorios de Marc Jacobs que también vende libros. Es súper acogedora y siempre se pueden encontrar buenos regalos. Solo hay una en todo Manhattan. Bueno, estoy caminando en Bleecker, verdad? y de la nada se me acercan estas japonesas locasas, una en taco 20 creo y la otra vestida como un anime; pidiéndome una “picchul” a lo cual accedí, les tomé una foto y me preguntaron que qué hacía en Manhattan y les comenté que venía para el Fashion Week y me dijeron que ellas también. Intercambiamos tarjetas y caminamos un rato juntos conversando. La gente que viene a NY por temas de moda es súper culta al respecto.
Un par de horas después y sin éxito en mi búsqueda de guantes (porque por eso salí en primer lugar), tomé el path, que es como un tren más chiquito, hacia Hoboken para encontrarme con mi primo y tomar una cerveza. Ahora que tengo 22 ya puedo tomar sin esconderme ja.
Fue un largo día pero mañana va a ser mil veces mejor. Mañana empieza todo, a las 9 es el backstage del desfile de Rita Vinieris. Es interesante porque normalmente hace colecciones de novia y esta es la primera que hace de vestidos de noche. Va a ser un loco! En momentos como estos me pregunto, por qué me fui de NY pero después me acuerdo de la Inca Kola, el pollo a la brasa y el camote y me rio y me digo a mí mismo, sí sabes porqué.
Peace!