Bueeee, este no es un post en el que te voy a dar las mil y un ideas sobre cómo usar el cardigan, no, eso ya lo hice acá y acá así que haga usted su tarea y revíselos. Ahora, lo que te propongo es un look muy puntual que espero con las fotos cale en ti, lo veas, lo vuelvas a ver, lo interiorices y Dios mediante, lo pongas en práctica.

Esta vez, quiero que saques una camisa divertida, puede ser a cuadros o tal vez en un celeste intenso, la combines con una corbata y encima te pongas el cardigan. Qué dices? Los pantalones son opcionales, la cosa puede variar desde Dockers, jeans, corduroy, etc…El look que te propongo va así:

Atención al detalle:

• El último botón no se abotona.
• Si por ejemplo estás en la chamba (de esas a las que NO tienes que ir en terno), remanga el cardi y deja ver los puños de la camisa ligeramente, algo así como si los hubieras remangado rapidísimo y sin pensarlo mucho.

Ahora, tienes dos opciones. Combinar la corbata con el cardigan, como en esta foto donde uno es plomo y el otro un celeste medio plomizo y dejar la camisa como el punto divertido.

La otra opción es que la corbata combine con la camisa. En esta foto, la camisa a cuadros tiene tonos azules y celestes, por lo que la corbata de color entero medio celestón le va de lujo. El cardigan por otro lado, si bien no tiene ninguno de los colores de la camisa, es en un verde bastante neutral que no desentona.

Y qué pasa cuando el cardigan es de varios colores, pues acá jugamos a lo seguro, con una camisa blanca (esta tiene ligeros cuadrados grises como la chompa) y con una corbata que si bien se vuelve el centro de atención, juega dentro de la gama de colores, porque tu ya sabes que plomo+azul queda lindo.

Pues bien, dime que te atreves, dime que sí! Este look me encanta y me gustaría ver que mis chicos abren sus mentes y se atreven a probar cosas nuevas siempre.